Un cambio de las políticas hacia Cuba no está entre las prioridades de Estados Unidos, pero el Gobierno demócrata va a revisar las decisiones adoptadas por su predecesor, Donald Trump.
La secretaria de prensa, Jen Psaki, reiteró que la política del Gobierno va a estar encaminada a que los derechos humanos y el apoyo a la democracia sean el eje central y afirmó que “van a revisar cuidadosamente los cambios realizados por la anterior administración”.
“Un cambio de política hacia Cuba no se encuentra actualmente entre las principales prioridades del presidente Biden”, dijo Psaki.
El Gobierno de Trump revirtió la apertura hacia La Habana lanzada por el Gobierno de Barack Obama e impuso una escalada de sanciones.
En los últimos días de su mandato, el republicano metió a Cuba en el grupo de países patrocinadores del terrorismo, una categoría de la cual el país fue retirado en 2015.
Presidente de Honduras recibió USD 25 000 por ayudar a traficar cocaína hacia EE.UU.
Durante la campaña, Biden enfatizó la necesidad de una “nueva política hacia Cuba”, y dijo que la isla “no está más cerca de la libertad y la democracia que hace cuatro años”.
La política de la Casa Blanca hacia La Habana fue endurecida por el Gobierno de Trump, que prohibió que los cruceros estadounidenses paren en la isla y decretó sanciones contra empresas estatales y dirigentes cubanos.
Además limitó los envíos de remesas.
Según el régimen cubano, el endurecimiento de las sanciones impuestas bajo el mandato de Trump tuvieron un impacto de 20 000 millones de dólares en la isla.
Con información de la AFP.
