Durante el primer semestre, 23,9 millones de trabajos se perdieron por la pandemia de coronavirus, lo que representa un 12,5 % del empleo total.
Informe del Observatorio Laboral COVID-19 del Banco Interamericano del Desarrollo (BID), revela esa cifra luego de analizar las condiciones de empleo de Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, México, Perú y Uruguay.
Según el BID, la pérdida de puestos de trabajo está por encima de otra crisis generada en la región. En 2008-2009, el desempleo solo afectó a 22 millones de personas a nivel mundial.
Los menores de 25 años son quienes representan el mayor número de desempleados según el BID. El documento no determina algún patrón homogéneo por género, pero sí por grupo de edad.
La pérdida del empleo formal en la región fue de casi 7,7 %, equivalente a 3,4 millones de puestos de trabajo, de acuerdo a los datos de Argentina, Chile, Colombia, Costa Rica, El Salvador, México, República Dominicana y Uruguay.
Oliver Azuara, economista senior de la División de Mercados Laborales del BID, dijo “los datos nos demuestran que, en países como Chile, Colombia, México o Uruguay, la gran mayoría de los empleos perdidos estaban en el sector servicios, donde hay un componente alto de interacción social, y principalmente pertenecían a trabajadores informales o a trabajadores formales de bajos ingresos”.
A su criterio, “en una región donde la desigualdad es un problema grave y generalizado, que el impacto negativo en el empleo haya recaído en los más vulnerables es un aspecto de máxima preocupación.