Desde muy niño me crie en la urbanización El Rosal, pegadito a la autopista Francisco Fajardo pero entre mis amigos de Las Mercedes y los desayunos de la cafetería del CADA separada de mi casa por una cuadra de esa urbanización, siempre me sentí también miembro de este lado del Guaire.
Desde hace más de 60 años he vivido aquí, desde la época de Santa Paula hasta la actualidad. De esa comunidad son también muchos de mis amigos y creo conocer su historia bastante bien. Incluso en alguna ocasión una alcaldesa de la Cuarta me pidió que adquiriese altas responsabilidades en la comunidad.
Acepté incluso que la Asociación de Empresarios de Las Mercedes usara mi nombre como vicepresidente, advertidos que no me dedicaría a las labores comunales. No me gusta dedicarme a, que si hay que tapar un hueco o una alcantarilla, o reunir unos cobres para una patrulla, o sacar de la cárcel a un vecino por salir desnudo de su casa. No es vanidad, sino que hay diez mil personas más diligentes que lo harían mejor que yo y más jóvenes con vocación de servicio.
Respaldé a Henrique y su reelección como alcalde, que lo hizo muy bien, al igual que Gerardo Blyde, quien también repitió. Luego vino la elección pasada y a todos los aspirantes de la oposición a la alcaldía se le abrieron las agallas y pese a la gigantesca abstención, el actual alcalde ganó, pero todos los curules de la cámara edilicia quedaron en manos del chavismo, que es una mínima minoría en el municipio.
Dos lecciones básicas, la primera, es la mediocridad del liderazgo opositor actual en la zona que debería avergonzarse por esa derrota producto de anteponer sus intereses y la otra es que el consejo municipal quedó en manos del chavismo. Desde luego, una realidad consecuencia de la disgregación política al más alto nivel de la oposición.
Lo digo porque harto de esperar por la vacuna contra el Covid, que no nos hemos puesto, llamé a gente de gran influencia local y me contó que el alcalde no recibe vacunas por ser de oposición, sino que todas las deriva el régimen a través del consejo municipal, chavistas uña en el rabo, lo cual es una irregularidad agravada por el hecho de que pese a ser médico y mayor de 70 años, le dan prioridad a los chavistas compañeritos de partido del municipio.
Eso aparte de una violación a los derechos humanos por segregación política contemplada en los Estatutos de Roma, y más en tiempo de pandemia, es también un crimen que puede llegar al homicidio culposo.
Hay gente anciana que me llama para que los ayude a vacunarse y no hacen ruido porque en la práctica no salen de sus casas por miedo a la epidemia. Veamos si con este artículo, algún aspirante de la oposición a ser alcalde gana réditos políticos con los viejitos del municipio y dirige la presión contra esta exclusión para las vacunas contra el Covid por parte del consejo municipal.
A ellos les doy un consejo: cuando todos aspiran, es porque ninguno posee liderazgo, y el liderazgo se gana por el esfuerzo y la lucidez intelectual.
No debo omitir que también es producto del mal ejemplo que da el liderazgo opositor, y el suscrito, militante disciplinado como el que más, lo reconoce abiertamente pese a ser un leal defensor de la unidad y de todo el liderazgo.
Coman avispa que cigarrón atora. En la foto Las Mercedes en los años 1960