La jueza Bárbara Lagoa tiene el típico perfil de Miami: nació en la ciudad ubicada en Florida de padres que huyeron del régimen comunista de Fidel Castro y creció bilingüe y conservadora. Ahora podría ser la primera jueza de origen cubano en la Corte Suprema de Estados Unidos.
El presidente Donald Trump confirmó que Lagoa, de 52 años, es una de los cinco magistrados preseleccionados para reemplazar a Ruth Bader Ginsburg, la jueza progresista y feminista de la Corte Suprema que falleció el viernes a los 87 años.
Lagoa forma parte de la Corte de Apelaciones de Atlanta, fue jueza de la Corte Suprema de Florida y defendió gratuitamente en Miami a la familia del “balserito” Elián González, hace 20 años.
Si fuera designada, se convertiría en la segunda hispana tras Sonia Sotomayor, de origen puertorriqueño, de los nueve jueces que componen la mayor instancia judicial estadounidense. También sería la única conservadora de las tres magistradas mujeres.
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“Ella es excelente. Es hispana. Es una mujer estupenda, hasta donde yo sé. No la conozco. Florida; amamos Florida”, dijo Trump el lunes al canal Fox.
La mayoría de los modelos muestran que, el 3 de noviembre, Trump no podrá quedarse en la Casa Blanca si no gana Florida. La última vez que un republicano logró esta hazaña fue hace casi 100 años, cuando Calvin Coolidge ganó la presidencia sin obtener Florida en 1924.
Y las encuestas indican un empate técnico entre Trump y su rival demócrata, Joe Biden, quien tiene dificultades para atraer el voto de los cubanoamericanos, un importante electorado de Florida históricamente republicano.
Lagoa “podría ayudar a Trump a consolidar su ya sustancial apoyo aquí en Miami y en Florida entre los cubanoamericanos”, dice a la AFP Jorge Duany, director del Instituto de Investigaciones Cubanas de la Universidad Internacional de Florida (FIU).
Pero su postura frente a un asunto clave como el aborto es una incógnita. Por el momento se sabe que “ella tiene una historia muy conservadora”, añadió el experto.
Abogada del balserito
Nacida en 1967, Lagoa se crió en Hialeah, una localidad cubana de bajos recursos en el oeste de Miami. Sus padres habían huido del castrismo en la segunda oleada migratoria que con el tiempo dio un característico sabor cubano a esta ciudad del sur de Florida.
Madre de tres hijas, estudió en una escuela católica en Hialeah y luego en la FIU, antes de graduarse como abogada de la prestigiosa Universidad de Columbia en Nueva York en 1992.
Lagoa formó parte del equipo legal que representó a los familiares en Miami de Elián González, el pequeño de 5 años que era reclamado por su padre en Cuba luego de que la madre falleciera en el naufragio de la balsa con la que escapó con su hijo a fines de 1999.
Al final, Castro ganó la pulseada con Washington y el niño fue devuelto a la isla por las autoridades estadounidenses en junio de 2000.
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“Fue un caso de muy alto perfil y estoy seguro de que le hizo ganar el apoyo de muchos políticos locales en Pequeña Habana”, opina Duany.
Lagoa siguió escalando posiciones hasta que, en enero de 2019 se convirtió en la primera hispana y la primera cubana en ser jueza de la Corte Suprema de Florida, nominada por el gobernador republicano Ron DeSantis.
Menos de un año después, Trump la eligió jueza de la Corte Federal de Apelaciones de Atlanta. Su designación fue confirmada por una mayoría bipartidista en el Senado, con 80 votos a favor y solo 15 en contra.
“Ella no es tan polémica como otros candidatos que están siendo considerados”, dice Duany. “Y como es hispana y además mujer, será más difícil para sus críticos, en particular para los senadores demócratas, cuestionar sus antecedentes y opiniones”.
Se espera que Trump, quien visitará Florida el jueves, se reúna con ella e informe su decisión el viernes o sábado.
Como jueza en la corte de apelaciones, fue criticada por no haberse recusado en un fallo que puede suprimir el sufragio de decenas de miles de exconvictos de Florida, quienes ahora estarán obligados a pagar sus multas judiciales antes de poder inscribirse para votar. Una corte menor había calificado esta ley como inconstitucional.
El panel en el que participó Lagoa falló a favor del gobernador DeSantis, un aliado de Trump, hace apenas 10 días. “No hay nada inconstitucional en el esquema de concesión del voto de Florida”, escribió la jueza en la polémica decisión.
AFP.