Juan José Zuñiga, comandante militar, quien lideró el intento de golpe de Estado” contra el Gobierno de Bolivia responsabilizó al presidente Luis Arce sobre el plan golpista.
Durante su captura dijo que Arce le ordenó sacar los “blindados” para “levantar” su popularidad.
“El presidente me dijo ‘la situación está muy jodida, muy crítica, es necesario preparar algo para levantar mi popularidad’ ¿Sacamos los blindados?”, le preguntó a Arce y el mandatario, según el militar, le respondió “sacá”.
El miércoles por la tarde las unidades militares junto con Zúñiga irrumpieron en las inmediaciones de la sede del Ejecutivo boliviano y alarmaron a las autoridades del país y a la comunidad internacional. Su acción tenía por objetivo “restablecer una verdadera democracia” y la “inmediata liberación de todos los presos políticos”, tal y como afirmó a medios locales.
El “intento de golpe de Estado” duró solo aproximadamente dos horas. Arce reemplazó a Zúñiga por José Wilson Sánchez Velásquez -cuya primera orden fue que los militares volvieran a sus cuarteles-, las tropas parte de la “movilización irregular” se retiraron de las inmediaciones del Ejecutivo boliviano
Tras el relevo en el mando militar, se vieron videos en los que soldados y vehículos militares blindados que estaban en la plaza frente a la sede gubernamental se retiraban del lugar.
El intento de golpe de Estado en Bolivia generó reacciones de rechazo en toda la región. Los presidentes de Brasil, México, Chile, Venezuela, Paraguay y Argentina, entre otros, enviaron mensajes de apoyo a Bolivia y condenaron lo sucedido.
La Secretaría General de la Organización de los Estados Americanos (OEA) condenó lo sucedido y apeló a que el Ejército se someta “al poder civil legítimamente elegido”
