Abro hilo a propósito del 11 de abril y la manipulación en el cine oficialista. El chavismo mandó a producir la película “Abril” para luego engavetarla. Costó una cantidad enorme de dinero. Para nada, porque ellos mismos la censuraron, al nunca estrenarla en salas. Aquí el afiche.
Es una película, llena de conflictos de interés, con guion escrito por José Antonio Varela y Luis Alberto Lamata, basados en el libro “Golpe adentro” de Ernesto Villegas. Tuve ocasión de padecerla en el Festival de Mérida, donde la proyectaron con timidez ante escaso público.
El largometraje es un bodrio, da pena ajena y no soporta una auditoría, menos la crítica de un periodista profesional. Entre sus múltiples deslices y defectos, figura la inclusión de un doble de Chávez, pésimamente interpretado y argumentado en el guion. Apenas si habla.
Como Maduro no aparece en el radar, la cinta fue baneada como en la época de Stalin. De hecho, si usted va a la página de La Villa del Cine, no encontrará “Abril, La Historia Oculta” dentro de su catálogo.
La verdadera historia oculta es que quemaron plata en una película de propaganda que les avergüenza y les incomoda, por mala. Su argumento binario es predecible y narra la típica versión manipulada de los hechos, a cargo de VTV.
Por supuesto, la oposición resulta desdibujada por el panfleto, en aras de realzar la falsa épica de “todo once, tiene su trece”. Después de anunciarla con “trailer” y todo, la película jamás llegó a la cartelera. Es uno de muchos casos de autocensura del estado paria.
Paradójicamente, fue realizada para complacer y ser condescendientes con los símbolos del poder comunista bolivariano.
Pero el madurismo la desapareció del mapa.
Un encargo fallido.
La película es tan floja y mediocre que se limita a exponer lo que ya vimos en montones de documentales rojos y parcializados como “La revolución no será transmitida”. Solo que en ficción con unas actuaciones inverosímiles. Es una caricatura involuntaria. Pero ni risa da.
Sergio Monsalve. Director Editorial de Globomiami.