En un artículo de opinión publicado en The New York Times titulado Deponer a Maduro, Bret Stephens destaca los objetivos de la política exterior que Donald Trump ha establecido para su segundo mandato, incluyendo la idea de deponer al régimen de Nicolás Maduro en Venezuela.
Stephens argumenta a favor de utilizar la diplomacia coercitiva o incluso la fuerza si es necesario para lograr este fin, señalando la crisis política y humanitaria que atraviesa Venezuela bajo el gobierno de Maduro.
El autor menciona la situación poselectoral en Venezuela, donde Maduro asumió un tercer mandato tras unas elecciones cuestionadas, con opositores exiliados y presos políticos en la cárcel. Destaca la grave crisis en el país, con millones de venezolanos huyendo debido a la desnutrición, la alta tasa de criminalidad y la precaria situación económica que contrasta con el pasado próspero de la nación.
Stephens resalta también las alianzas de Maduro con países como Irán, lo cual genera preocupación en relación a la seguridad nacional. El artículo plantea que la situación en Venezuela no solo es una crisis humanitaria, sino que también representa un desafío para la estabilidad regional y la seguridad global.
El también analiza las posibles vías para poner fin al régimen de Nicolás Maduro en Venezuela. Recuerda varios intentos previos, desde las sanciones económicas de la administración Trump hasta las recientes medidas tomadas por la administración Biden, señalando que ninguna ha logrado el resultado deseado. Incluso la recompensa millonaria ofrecida por Estados Unidos por el arresto de Maduro parece no haber tenido el impacto esperado.
El autor menciona la posibilidad de un golpe de estado, pero destaca que los altos mandos militares han permanecido leales a Maduro, lo que dificulta esta opción. Además, hace referencia a informes que sugieren que altos funcionarios venezolanos podrían estar involucrados en actividades ilícitas como el tráfico de drogas y lavado de dinero.
Stephens reflexiona sobre la durabilidad del régimen bolivariano, iniciado por Hugo Chávez en 1999, y plantea que la única manera de desalojar a Maduro y su círculo cercano sería ofreciendo un incentivo poderoso, como exilio seguro en países como Cuba o Rusia, junto con amnistía para los implicados, y una amenaza creíble, como una intervención militar similar a la ocurrida en Panamá en 1990 con Manuel Noriega.
Puede leer el artículo completo en: https://www.nytimes.com/2025/01/14/opinion/maduro-venezuela-trump.html