El 2025, con la llegada de Donald Trump al poder de Estados Unidos, promete ser un año intenso, sobre todo con la advertencia de múltiples deportaciones.
Uno de los estados que podría servir como base de operaciones, debido a su frontera con México, es Texas, que ya tiene sobre la mesa algunos planes para colaborar con el presidente, quien asumirá el cargo el 20 de enero.
La comisaria de tierras del Estado, Dawn Buckingham, envió una carta al republicano en la que se puso a la orden para los nuevos programas migratorios.
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“Mi oficina está totalmente dispuesta a llegar a un acuerdo con el Departamento de Seguridad Nacional, ICE o la Patrulla Fronteriza de los Estados Unidos para permitir que se construya una instalación para el procesamiento, detención y coordinación de la mayor deportación de criminales violentos en la historia de la nación”, dice la misiva.
El lugar, ubicado en una zona de alto flujo de migrantes cerca a la población de La Grulla, a unos 50 km al oeste de McAllen, fue comprada por el Estado de Texas a finales de octubre.
En una entrevista con Fox News, Buckingham hablaba de cómo podrían ayudar a Trump: “Pensamos, oye, la administración Trump probablemente necesita algunas instalaciones de deportación porque tenemos un montón de estos criminales violentos que tenemos que acorralar y sacar de nuestro país”.
En el nuevo gobierno de Trump se esperan medidas contra aquellos migrantes que cometan delitos, por ello se espera también intensos controles en la frontera, para regular el paso hacia los Estados Unidos.
