El ex embajador de España en Venezuela entre 2004 y 2007, Raúl Morodo, aceptó la condena a 10 meses de prisión por la comisión del delito de fraude a la Hacienda Pública cometido entre 2013 y 2017. El hombre admitió que ocultó las ganancias de 4,5 millones de euros que su hijo Alejo obtuvo de la petrolera estatal venezolana PDVSA. En la misma causa estaba acusada la mujer de su hijo, Ana Catarina Varandas, quien no ha llegado a un acuerdo con la acusación y, por tanto, el juicio continuará contra ella.
Según el documento, al que ha tenido acceso el diario El Mundo, estos cobros se hicieron mediante operaciones simuladas. Morodo acepta así la pena y una multa de 1,4 millones de euros.
Por otro lado, en la vista que dio comienzo este lunes en la Audiencia Nacional, Alejo Morodo aceptó una pena de dos años de cárcel por dos delitos fiscales, al igual que su padre en virtud de un acuerdo de conformidad con la Fiscalía Anticorrupción, la Abogacía del Estado y la acusación ejercida por el colectivo Manos Limpias.
La Fiscalía Anticorrupción pedía una pena de tres años y medio de cárcel para él y de ocho años y medio para su hijo Alejo y también para su nuera. Reclama además multas millonarias para Alejo Morodo Cañeque (3,7 millones de euros) y para su mujer Ana Catarina Varandas (3,8 millones), y algo menos cuantiosa para Raúl Morodo (378.700 euros).
El origen de los fondos que Alejo Morodo presuntamente ocultó a Hacienda reside en la relación contractual que contrajo con la empresa PDVSA hasta 2014, sirviéndose de las relaciones que su padre entabló con “altos cargos” de Venezuela en su época de embajador durante el gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero.
La actividad prestada para PDVSA, según la Fiscalía, le reportó más de 6,6 millones de euros, “de los que en parte” se benefició Raúl Morodo.