domingo, noviembre 24, 2024
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Las siete predicciones de InSight Crime sobre las consecuencias de las elecciones venezolanas en el panorama criminal regional

El portal web insightcrime.org colgó en su dominio siete implicaciones criminales de una continuación del régimen de Nicolás Maduro, a quien el CNE le adjudicó otros seis años en el poder tras unas disputadas elecciones.

Aquí las presentamos:

1. Una nueva oleada migratoria

Venezuela ya ha visto cómo aproximadamente ocho millones de sus ciudadanos huían del país en busca de oportunidades en el extranjero. Ante otros seis años de gobierno de Maduro, estancamiento económico y represión, más venezolanos optarán por buscar otros horizontes. Este éxodo sin precedentes del país ya ha provocado la evolución de sofisticadas redes de tráfico de migrantes y trata de personas que explotan y reclutan a refugiados vulnerables y se alimentan de las diásporas venezolanas en toda América Latina y el Caribe. Una de las estructuras criminales más notorias que ha crecido a expensas de la crisis migratoria, al tiempo que ha establecido su presencia en diferentes partes de Sudamérica, es el Tren de Aragua.

2. Más migración a Estados Unidos y, acompañado de nuevos destinos, una nueva evolución del crimen organizado transnacional venezolano

Sudamérica ya ha absorbido a millones de venezolanos y cada vez hay menos oportunidades para los migrantes ahí. Esto ha alimentado, especialmente en los dos últimos años, una oleada de personas que se dirigen hacia el norte, hacia Estados Unidos, una tendencia que seguramente continuará. Es poco probable que grupos venezolanos como el Tren de Aragua echen raíces fuertes en Centroamérica, como ha pasado en Sudamérica. Esto se debe a que Centroamérica ya cuenta con un abarrotado panorama criminal, así como con rutas migratorias establecidas que operan desde el inicio de las guerras civiles que asolaron la región entre las décadas de 1970 y 1990. Sin embargo, hay indicios de que criminales venezolanos están estableciendo puntos de apoyo en Estados Unidos, incrustados en las diásporas venezolanas, especialmente entre los migrantes cuya situación legal es incierta, lo que los hace muy vulnerables a la explotación por parte del crimen organizado.

3. Mayor dependencia de los intermediarios internacionales ilegales del petróleo

Venezuela se asienta sobre algunas de las reservas de petróleo más extensas fuera de Oriente Próximo, y aunque la incompetencia y la falta de inversión han obstaculizado la producción, que llegó a superar los tres millones de barriles de petróleo al día, el país todavía produce algo más de 800.000 barriles diarios. Hace tiempo que pesan sanciones sobre la industria petrolera venezolana, pero aún así el régimen ha sido capaz de mover cantidades significativas de crudo, primero recurriendo a aliados como Irán, Rusia y China, y después a diversas redes criminales internacionales capaces de eludir las sanciones.

4. Mayor dependencia de las redes de contrabando de oro

Al igual que el petróleo, Venezuela tiene importantes yacimientos de oro, y el régimen de Maduro ha dependido de actores criminales para extraer este mineral, y de redes internacionales de contrabando para venderlo en los mercados internacionales, disfrazando su origen y esquivando así las sanciones.

5. Creciente influencia en el comercio mundial de cocaína

Venezuela necesitará encontrar otras formas de obtener las divisas que necesita desesperadamente y el comercio de cocaína ofrece ingresos significativos. El tráfico de cocaína a través de Venezuela no es nada nuevo. Sin embargo, la evolución del país no solo como punto de tránsito, sino como productor, lo es. Las plantaciones de coca están surgiendo a lo largo de la frontera con Colombia, con cultivos registrados en al menos tres estados venezolanos, y los rebeldes colombianos han establecido una sofisticada infraestructura de narcotráfico en estas zonas, con la bendición del régimen de Maduro. Una mayor implicación en el creciente comercio mundial de cocaína podría ofrecer a Maduro un salvavidas económico, además de inundar de drogas a unos Estados Unidos hostiles.

6. El fatal debilitamiento de la estrategia de paz en Colombia

El presidente de Colombia y aliado de Maduro, Gustavo Petro, ha elaborado un ambicioso plan para poner fin al conflicto civil que dura ya seis décadas, convirtiéndolo en una de sus iniciativas estrella. Bautizada como “Paz Total”, Petro está negociando con dos grupos que tienen profundas raíces en Venezuela, el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y la Segunda Marquetalia, un grupo disidente nacido de las ya desmovilizadas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). Ambos grupos cuentan con una parte significativa de su membresía en Venezuela, junto con una infraestructura logística y de obtención de ingresos crucial. Con la perspectiva de otros seis años de protección por parte del régimen de Maduro, es poco probable que estos dos grupos firmen algún acuerdo de paz con el gobierno colombiano a menos que se acuerden unos términos muy generosos (y, por tanto, políticamente inaceptables). Así pues, es probable que veamos no solo una presencia continuada de estos grupos en el panorama criminal colombiano, sino su fortalecimiento.

7. Una mayor regulación gubernamental de las economías criminales y de los actores que las gestionan

El resultado de lo anterior será no sólo la consolidación del Estado híbrido criminal venezolano, sino una mayor regulación de los grupos criminales en lo que el destacado periodista y analista de seguridad Javier Mayorca describió como una forma de “Pax criminal”.

“Entonces, esto implica que Maduro en un eventual nuevo periodo, él tendría que continuar con esa línea (de Pax criminal) un poco rechazando aquellos grupos que ejercen abiertamente la violencia…. y buscando cierta normalización”, dijo.

Esta “normalización” podría implicar un crimen organizado cada vez más incrustado en el Estado, regulando y dirigiendo las economías criminales desde dentro del régimen de Maduro, buscando maximizar las ganancias criminales para sostener una administración hambrienta por la falta de opciones legales.

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