Kimberly Cheatle, directora del Servicio Secreto de Estados Unidos, aceptó ante un comité del Congreso que hubo un gran “fallo operativo” en el mitín donde el expresidente Donald Trump, fue herido de bala en una oreja.
En una audiencia ante un comité de la Cámara de Representantes, Cheatle asumió “la responsabilidad completa” del lapso en “seguridad” de su agencia y aseguró que están cooperando con las investigaciones en curso sobre el atentado.
“El intento de asesinato del expresidente Donald Trump el 13 de julio es el mayor fallo operativo del Servicio Secreto en décadas”, dijo.
Es la primera aparición de Cheatle ante los legisladores desde el tiroteo del 13 de julio que dejó un espectador muerto.
El secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, calificó lo ocurrido como un “fracaso”, mientras que varios legisladores han pedido la dimisión de Cheatle. El Servicio Secreto ha dicho que ella no tiene intención de dimitir y, hasta el momento, conserva el apoyo del presidente Joe Biden y de Mayorkas.
Exigen respuestas
Durante la audiencia, los republicanos protestaron por la negativa de Cheatle de responder a la mayoría de sus preguntas alegando que hay varias investigaciones en curso con las que el Servicio Secreto está colaborando para esclarecer qué falló en el operativo.
El presidente del comité, el republicano, James Comer, preguntó a Cheatle: “¿El Servicio Secreto tuvo en algún momento un agente en el tejado?”, a lo que la directora respondió: “Estamos a solo nueve días de este incidente y aún hay una investigación en curso.”