Las cortes de Estados Unidos enfrentan una creciente crisis migratoria con más de 3 millones de casos acumulados, y la espera de una nueva regulación bipartidista en el Congreso. Los estados de Florida, Texas, California y Nueva York lideran en casos pendientes, sumiendo a los jueces en una carga abrumadora. Mientras tanto, el senador Marco Rubio destaca que la situación no puede ser considerada como migración, señalando las fallas en el proceso y abogando por una solución.
En medio de la crisis migratoria que afecta a la frontera sur de Estados Unidos, la acumulación de más de 3 millones de casos en las cortes nacionales refleja la urgencia de abordar este desafío. La espera de una regulación bipartidista en el Congreso mantiene la incertidumbre sobre el destino de miles de personas inmersas en este proceso legal, con estados como Florida, Texas, California y Nueva York liderando en número de casos.
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Florida encabeza la lista con 454,434 casos pendientes, de los cuales el 74% están concentrados en Miami. La diversidad de nacionalidades que buscan resolver su estatus migratorio refleja la complejidad del problema, siendo Cuba, Haití y Venezuela las tres principales en Miami. En Texas, California y Nueva York, la presión sobre la administración de Joe Biden para encontrar soluciones es evidente, con cifras que alcanzan los 426,000, 327,000 y 322,000 casos respectivamente.
La respuesta del senador Marco Rubio ante esta situación destaca la necesidad de distinguir entre migración legal e ilegal. Para él, el actual flujo de personas cruzando la frontera sin seguir un proceso autorizado no puede ser considerado como verdadera migración. Rubio subraya que la migración implica un proceso legal, un mecanismo de revisión y verificación que actualmente se ve desbordado.
En sus declaraciones, Rubio enfatiza que más de 300,000 migrantes son interceptados mensualmente, generando una carga insostenible para el país. Cuestiona la sostenibilidad de recibir a millones de personas de manera ilegal, señalando los desafíos que enfrentan los servicios públicos, como la educación. Rubio, aunque reconoce el sufrimiento en la región, destaca la necesidad de considerar medidas para restringir esta migración ilegal masiva.
La administración de Biden, según Rubio, no está abordando este tema con la seriedad requerida, y predice que llegará un momento crítico. A medida que la situación en las fronteras de EE. UU. se intensifica, la atención del Congreso se vuelve crucial. Marco Rubio, alzando la bandera de la prioridad nacional, insiste en la importancia de enfrentar los desafíos internos antes que los externos.
La acumulación de casos migratorios en las cortes estadounidenses, sumada a la firme postura de Rubio, señala la necesidad de acciones decisivas para abordar este problema que ha sido catalogado como el peor en la historia migratoria de Estados Unidos. La espera de una regulación y la creciente presión sobre la administración plantean interrogantes sobre el camino a seguir y la búsqueda de soluciones efectivas.
