El Papa Francisco solicitó el jueves un ”tratado internacional” para regular la inteligencia artificial y procurar un desarrollo y uso ético de la misma, asegurando que los riesgos de una tecnología que carece que los valores humanos son demasiado grandes.
Este llamado se sumaría a los múltiples que se han generado durante el año, por parte de distintas personalidades importantes en nuestra sociedad, en favor de una regulación global vinculante para la IA.
Sin embargo el pontífice, apuntó los avances tecnológicos como una manifestación de la creatividad de la inteligencia humana pero, aseguró que esto se puede salir de control e insistió en que el desarrollo tecnológico y el despliegue de la IA deben priorizar la preocupación por garantizar los derechos humanos fundamentales.
Hizo hincapié en las graves preocupaciones existenciales planteadas por los defensores de la ética y los derechos humanos acerca de la tecnología que promete transformar la vida cotidiana de forma que puede alterarlo todo
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Su principal alarma fue sobre el uso de la inteligencia artificial en el sector armamentístico, que ha sido un objetivo recurrente del jesuita, quien llegó a llamar “mercaderes de la muerte”.
Francisco pidió además solicitó supervisión humana “adecuada, significativa y coherente” de los Sistemas de Armas Autónomas Letales, asegurando que no necesita nuevas tecnologías que “acaban promoviendo la locura de la guerra”.
La declaración fue emitida durante el mensaje anual para la Jornada Mundial de la Paz, que la Iglesia católica celebra cada 1 de enero y el Vaticano decidió hacer pública la declaración en este momento.
La inteligencia artificial ha acaparado la atención mundial en el último año gracias a los impresionantes avances de sistemas revolucionarios como el ChatGPT de OpenAI, aunado a su reciente escandalo y el peligroso vinculo que podría tener el CEO de la empresa, Sam Altman, con el Proyecto Q*, el cual expertos afirman que se trata de un ”peligro inminente para la humanidad.
La opinión pública ha puntualizado los riesgos que esta tecnología de rápido desarrollo plantea para el empleo, la privacidad, la protección de los derechos de autor y hasta para la propia vida de los humanos.
El mensaje del papa se hizo público días después de que los negociadores de la Unión Europa lograron la aprobación provisional de la primera normativa sobre IA del mundo.