El presidente chileno, Gabriel Boric, ha anunciado acuerdos con dos destacadas empresas chinas, Tsingshan y BYD, que fortalecen la posición de China en la explotación del litio chileno, a menudo llamado el “oro blanco”. Durante este año, estas empresas se han adjudicado ofertas para la fabricación de productos de litio en Chile, otorgándoles una ventaja estratégica en esta carrera por el recurso vital.
Tsingshan, conocida por ser una de las principales productoras de níquel y acero a nivel mundial, invertirá 233 millones de dólares en la construcción de una planta de baterías de litio en el norte de Chile, donde se encuentran las mayores reservas explotables de litio en el mundo. El presidente Boric enfatizó que el objetivo no es solo extraer litio, sino también crear cadenas de valor y promover la transferencia de conocimientos.
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Esta inversión se suma a la de BYD, un gigante en la fabricación de vehículos eléctricos, que anunció en abril una inversión de 290 millones de dólares para la construcción de cátodos de litio en la misma región del norte de Chile.
Chile, como el segundo mayor productor de litio a nivel mundial, ha sido un centro de atención para las inversiones chinas debido al auge de los vehículos eléctricos. Según los expertos, se prevé que tres de cada cinco automóviles nuevos vendidos en China sean eléctricos para 2030, lo que ha llevado al país asiático a buscar fuentes seguras de abastecimiento de litio.
La Agencia Internacional de la Energía (AIE) estima que la demanda mundial de litio podría aumentar significativamente para 2040, lo que convierte este recurso en un activo estratégico. China, al tener un control importante en la cadena de suministro mundial de litio, se posiciona de manera sólida en la economía global y en la geopolítica de los recursos naturales.
Sin embargo, este creciente interés chino en el litio chileno ha suscitado preocupaciones. En Chile, solo dos compañías explotan litio en el Salar de Atacama, donde se concentra el 90 % de las reservas del país. La estadounidense Albemarle y la chilena Sociedad Química y Minera (SQM), controlada en parte por la empresa china Tianqi, son las empresas a cargo. Los acuerdos con Tsingshan y BYD aseguran que SQM les suministrará litio a precios preferenciales hasta el año 2030.
El gobierno chileno, consciente de la importancia estratégica del litio, anunció en abril una política sobre este recurso que busca convertir al Estado en el principal promotor y regulador de la industria. Esto incluye la creación de una empresa nacional de litio, aunque esta iniciativa debe ser aprobada por el Parlamento, lo que plantea un desafío adicional en el panorama político chileno.
El control de China sobre el litio chileno plantea preguntas sobre quién beneficiará económicamente de estas inversiones y cómo se mantendrá el equilibrio en la explotación de este recurso valioso. La geopolítica de los recursos naturales sigue siendo un tema candente, y las decisiones futuras de Chile en torno al litio tendrán un impacto significativo en el escenario global.