La cantante estadounidense Britney Spears sigue revelando en su libro detalles de los momentos difíciles que vivió en su vida.

Por ejemplo, cuando la Princesa del Pop estaba bajo la tutela de su padre, fue sometida a una estricta alimentación que la terminó afectando.

“La ironía era que teníamos un mayordomo -una extravagancia- y yo le rogaba que me diera comida de verdad. Así que durante dos años no comí casi nada más que pollo y verduras enlatadas”, dijo.

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Asimismo, escribió en sus memorias: “Dos años es mucho tiempo para no poder comer lo que quieres, sobre todo cuando es tu cuerpo y tu trabajo y tu alma los que hacen el dinero del que todo el mundo vive. Dos años pidiendo patatas fritas y que te digan que no. Me parecía tan degradante”.

La dieta de Britney Spears afectó también su mente

La intérprete de ‘Toxic’ contó que esto le generó una gran inseguridad, pues tenía que lidiar con cómo se veía.

“Mi cuerpo ya no era mío. Me sentía asustada. Seré sincera, me sentía jodidamente miserable. Aunque no comía tanto, me hacía sentir tan fea y como si no fuera lo bastante buena. Quizá sea por el poder de tus pensamientos: lo que crees que eres, en eso te conviertes”, afirmó.

Después de esto, reveló: “Mi cuerpo era lo bastante fuerte para cargar con dos niños y lo bastante ágil para ejecutar a la perfección cada movimiento coreografiado en el escenario. Y ahora aquí estaba yo, con cada caloría registrada para que la gente pudiera seguir enriqueciéndose a costa de mi cuerpo”.

La artista ha tenido en los últimos años varios momentos polémicos que han causado preocupación entre sus fanáticos, quienes piden ayuda psicológica para la celebridad.