La Junta de Educación del Distrito Unificado de Los Ángeles (LAUSD) aprobó el martes, 26 de septiembre, escindir su mandato de dos años de vacunación contra el COVID-19 para el personal. Afirmó que ya no es necesario para garantizar un aprendizaje seguro en persona.
“En vista de la evolución de los datos médicos y en consulta con las autoridades de salud locales, el Distrito ha revisado su política de vacunación, como lo han hecho muchas otras entidades del condado, estatales y federales. Mientras que recomendamos a todos que se mantengan al día con todas las dosis de las vacunas, ya no requeriremos que los empleados y los contratistas, los vendedores, los voluntarios y las escuelas charter o autónomas se vacunen contra el COVID-19“, indicó.
El proceso obtuvo una votación favorable de 6-1. El miembro de la junta, George McKenna, emitió el único voto en contra y dijo que cree que la ciencia todavía respalda la necesidad de la vacuna COVID-19 en el entorno actual.
El Distrito Unificado de Los Ángeles continuará siguiendo las guías del Departamento de Salud Pública del Condado de Los Ángeles, y también continuaá evaluando y actualizando los protocolos a fin de garantizar la salud y la seguridad de todos los miembros de las comunidades escolares.
El mandato de vacunación contra el COVID entró en vigor el 1 de octubre de 2021 y con el tiempo provocó el despido de más de 600 empleados que rechazaron la vacuna y no calificaron para exenciones médicas o religiosas.
De acuerdo a la decisión, el personal que haya disfrutado de una licencia sin goce de sueldo por negarse a cumplir el mandato podrá ser invitado a regresar en las condiciones de sus licencias. El personal que abandonó el distrito o fue reasignado a un aula virtual es elegible para postularse para un puesto presencial.
En el momento en que se promulgó el mandato, muchos elogiaron la audaz acción para proteger a los estudiantes y al personal de la propagación del virus, y alrededor del 97% de los empleados cumplieron con el plazo para recibir las vacunas.
“No me arrepiento de lo que hicimos ni por un momento, ni por 30 segundos, ni por un poquito”, dijo el presidente de la junta, Jackie Goldberg, durante la reunión del martes. “Las tasas de mortalidad más altas del país se produjeron en estados donde no había requisitos de vacunas”, agregó.
Algunos miembros del personal y de la comunidad vieron el mandato como un ataque a la libertad médica de las personas y se sintieron indignados por el ultimátum de que el personal se vacunara o perdería su empleo.
Varios exempleados y organizaciones activistas presentaron demandas contra el distrito buscando derogar el requisito de la vacuna.
La resolución de la junta del LAUSD para rescindir la medida no se refiere a ninguna acción legal y, en cambio, apunta a la eliminación de las declaraciones de emergencia sanitaria municipal, estatal y federal y a la transición del COVID-19 a una enfermedad endémica que llegó para quedarse pero ya no. una pandemia.
“Este era un requisito necesario y se adoptó para que las escuelas pudieran reabrir de manera segura basándose en la información que se conocía y se verificó en ese momento”, dijo el superintendente del LAUSD, Alberto Carvalho. ocionado como ‘Dios mío, podemos regresar’, porque hemos pasado por muchas cosas”.