El gobernador Pedro Pierluisi declaró un estado de emergencia en los puentes y carreteras de Puerto Rico que se encuentran en estado crítico.
La orden ejecutiva especifica tres puentes ubicados en Lajas, Toa Baja y Naranjito, aunque facilita que se incluya cualquier otra infraestructura vial en condición crítica.
La declaración describe que los tres puentes fueron clasificados en estado crítico tras inspecciones de la Autoridad de Carreteras y Transportación (ACT), entidad que evalúa e informa las condiciones de estas estructuras en Puerto Rico (aproximadamente 2,300) en el Inventario Nacional de Puentes (NBl, por sus siglas en inglés).
“Estos proyectos de puentes y carreteras en estado crítico tendrán la más alta prioridad del Gobierno de Puerto Rico, por lo que deberá contar con el apoyo interagencial para lograr que el proceso de reparación, rehabilitación o mitigación se lleve a cabo de manera ágil, para permitir así la consecución de los objetivos trazados en el menor tiempo posible”, lee la orden ejecutiva 22 del 2023, que fue firmada y entró en vigor el viernes.
Los tres puentes en cuestión son el 1390, localizado en la PR-303 de Lajas; el 1760, en la PR-867 de Toa Baja; y el puente Vado, en la carretera municipal 826 interior del barrio Guadiana, en Naranjito. Estas estructuras están cerradas al tráfico vehicular ”por razones de seguridad”.
La orden sostiene que además de los puentes mencionados, Ia ACT y otras agencias pertinentes han identificado otros puentes y carreteras que presentan “un peligro potencial de seguridad pública”, aunque no se precisó cuáles son.
Por otro lado, el documento relaciona el estado de los puentes al impacto de los huracanes Irma y María en 2017, los terremotos de enero de 2020, el huracán Fiona en septiembre de 2022 y otros eventos fuertes de lluvia, aunque no precisa datos o información en torno a si las estructuras habían recibido en el pasado el mantenimiento correspondiente.