La búsqueda de la felicidad es una aspiración universal, y cada año, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) lleva a cabo un estudio para determinar qué países destacan en términos de bienestar y satisfacción de sus ciudadanos.
Estos datos son fundamentales para comprender cómo diversos factores, como la calidad de vida, la salud, la igualdad y la estabilidad, influyen en la percepción de la felicidad a nivel global.
El Informe Mundial de la Felicidad 2023, publicado recientemente por la ONU, se clasifica a 156 países en función de su nivel de felicidad. Los datos se basan en una variedad de indicadores, como el Producto Interno Bruto (PIB) per cápita, el apoyo social, la esperanza de vida saludable, la libertad para tomar decisiones de vida, la generosidad y la corrupción. Estos indicadores proporcionan una visión holística del bienestar y la satisfacción de la población.
De acuerdo con los datos publicados por la organización, Finlandia se llevó el título de “país más feliz del mundo” por sexto año consecutivo. Su enfoque en el bienestar social, educativo y económico ha sido clave para obtener esta distinción. Además, los finlandeses se benefician de una fuerte red de apoyo social, así como de altos niveles de confianza en sus instituciones.
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En el segundo lugar, encontramos a Islandia, cuyos ciudadanos disfrutan de una excelente calidad de vida y una baja percepción de la corrupción. Asimismo, su compromiso con la igualdad de género y el cuidado del medio ambiente contribuye significativamente a su alto nivel de felicidad.
En tercer lugar, los Países Bajos se destacan por su sistema de bienestar social sólido y una economía próspera. Los holandeses también valoran la libertad y la tolerancia, lo que contribuye a su elevado nivel de bienestar.
Los países que ocupan los primeros puestos en el ranking comparten características fundamentales que influyen en la felicidad de sus ciudadanos. La igualdad social y económica, el acceso a servicios de salud y educación de calidad, así como la seguridad y la confianza en las instituciones, son elementos clave para fomentar la satisfacción y el bienestar de la población.