Dustin Honken, el tercer prisionero federal programado para morir con inyección letal, fue ejecutado este viernes, tal como estaba previsto, en la cárcel de Terre Haute, Indiana.
Antes de recibir la dosis de pentobarbital, no se disculpó, solo dijo: “Santa María, madre de Dios, ruega por mí”, reseñó la AP.
Honken estaba en el corredor de la muertes desde 2005, luego de ser condenado por el asesinato de cuatro personas, entre ellas dos niñas de 10 y 6 años de edad.
Después de largas investigaciones, en 1993 las autoridades lo detuvieron por ser un traficante de metanfetamina y, con ayuda de dos informantes, desmantelaron su red.
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A la espera del juicio, Honken, con ayuda de su entonces novia, asesinó al primer informante, miembro de su red, a su mujer y a las dos hijas de estos. Luego, mató al segundo informante, también un compañero de crímenes.
Los cuerpos de todos fueron encontrado siete años después del crimen, en el 2000, luego de que Honken dibujara un escueto mapa en el que mostraba a uno de los prisioneros en donde los había enterrado.
Honken, estudiante de química y quien aprendió a preparar la droga en casa, fue declarado muerto a las 4:36 p.m. de este viernes. Su abogado dijo que no había razón para aplicarle la pena, pues él era un hombre redimido y completamente opuesto a cuando fue condenado.
“No había razón para que el gobierno lo matara, a toda prisa o en absoluto. En cualquier caso, fallaron. El Dustin Honken que querían matar desapareció hace mucho tiempo ”, señaló.
“El hombre que mataron hoy era un ser humano, que podría haber pasado el resto de sus días ayudando a otros y redimiéndose aún más. Puede él descansar en paz”, agregó.
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Betty Donoghue, una monja que hace servicio en Terre Haute y que acompañó por años la travesía de Honken, se mostró convencida de su transformación espiritual.
Comentó que en su última llamado con él, se mostró bastante sereno y seguro de que se había redimido lo suficiente como para ir al cielo después de morir.
“Estaba en paz. Estaba totalmente asombrada. Creía que iría al cielo. Está listo para encontrarse con su creador”, afirmó.
Durante sus últimos años en prisión, Honken se hizo amigo de Daniel Lewis Lee, el primer ejecutado esta semana en Terre Haute, por lo que los cambios repentinos sobre su ejecución lo molestaron.
“Estaba muy molesto con la forma en que murió Danny”, señaló la hermana.