La nadadora puertorriqueña Esmeralda “la Sirenita” Encarnación fue noticia porque ayudó a la competidora saudí, Sarah Ghandoura, a culminar su actuación en la natación de las Olimpiadas Especiales en Berlín.
La boricua ya había completado sus 100 metros llegando segunda, pero siguió nadando resueltamente para apoyar a su competidora, quien no sabía que le faltaban metros por hacer. La atleta llamó a la audiencia a animar a Ghandoura con aplausos.
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La acción de Encarnación ha sido ampliamente elogiada en las redes sociales y por los medios de comunicación de Puerto Rico y el mundo, valorando la deportividad que mostró la atleta puertorriqueña al ayudar a su rival a completar la carrera.
Encarnación es ejemplo de deportividad
El gesto de Encarnación es un ejemplo de los valores que promueven los Juegos Olímpicos y las Olimpiadas Especiales, como la amistad, el respeto y la solidaridad. Además, demuestra que el deporte puede ser una herramienta para unir a las personas y superar las diferencias culturales y lingüísticas.
Encarnación ha dicho que su objetivo en la competencia no era ganar una medalla, sino disfrutar del deporte y hacer nuevos amigos. Su gesto hacia Ghandoura demuestra que logró ambos objetivos y que su participación en fue un éxito.