Quizás te estés preguntando por qué la idea de volver a la oficina te puede llegar a inquietar tanto. Después de todo, la vida en la oficina no es algo nuevo. Sin embargo, hay muy buenas razones por las que este tipo de transiciones aumentan nuestra ansiedad.
La verdad es que el sentimiento de ansiedad que puede generar la idea de volver a la oficina no implica de ninguna manera fragilidad o poca capacidad de afrontar las situaciones.
Para tratar esto, la autora y psicóloga clínica Alice Boyes, da algunas claves para navegar por el cambio de la manera más fluida posible y para comprender mejor las perspectivas de nuestros compañeros y cómo ellos también pueden estar afrontando este cambio.
Las situaciones familiares tienden a sentirse más seguras y predecibles para nosotros, nos permiten bajar la guardia. Es por esto que, incluso si el cambio fue impuesto por un agente externo, nos sentimos ansiosos por Volver a cualquier cosa que hayamos “evitado”.
Es importante que nos demos el tiempo de volver a familiarizarnos con las nuevas rutinas de la oficina y adaptarnos a las nuevas dinámicas sociales y distintos límites personales impuestos por nuestros compañeros.
La clave para superar todo esto serán la tolerancia y la aceptación por parte de los trabajadores y, de igual forma, la buena gestión de los líderes para poder conseguir un balance que mantenga lo mejor del trabajo desde casa y de la vida de la oficina para hacer que el cambio sea lo más llevadero posible para su equipo de trabajo.