El director de la ONG venezolana Fundaredes, Javier Tarazona quien además es el principal vocero de denuncia del conflicto entre las Fuerzas Armadas y disidencias de las FARC en Apure y sus dos compañeros Rafael Tarazona y Omar García, fueron imputados por “incitación al odio” y otros delitos.
“Javier Tarazona, defensores de DD. HH. de Fundaredes, quedan privados de la libertad. Les imputan supuesta traición a la patria, terrorismo e incitación al odio”, indicó el director vicepresidente de la ONG Foro Penal, Gonzalo Himiob, en Twitter tras informar que la audiencia de presentación ante tribunales se celebró esta tarde.
Asimismo, Himiob denunció además que a los activistas se les impidió ser “asistidos por sus abogados de confianza”. Según dijo la abogada Stefanía Migliorini -también miembro del Foro Penal– a Tarazona y sus compañeros se les impuso “defensa pública”.
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“Tuve la oportunidad de conversar con ellos, los pude ver. De verdad que están bastante deprimidos, están bastante mal. Sin embargo, con mucha fortaleza de que pronto van a salir de esto”, afirmó Migliorini en un video difundido por redes sociales.
Ante esto, el director para las Américas de Human Rights Watch, José Miguel Vivanco, calificó de “muy grave” el proceso contra Tarazona y exigió que el equipo sea “inmediataImputan por tramente liberado y tener acceso a sus abogados de confianza”.
Activistas de varias ONG venezolanas se concentraron en la sede principal del Servicio Bolivariano de Inteligencia (SEBIN) en Caracas para exigir información sobre el lugar en el que se encuentran detenidos los miembros de Fundaredes.
Los tres activistas fueron detenidos el 2 de julio en el estado noroccidental de Falcón, cuando Javier Tarazona iba a denunciar que estaba siendo víctima de “persecución”. Junto a estos activistas, también fue arrestado el director del Comité Nacional de Familias Víctimas de las Desapariciones y Trata en las Costas de Venezuela, Jhonny Romero, quien fue liberado horas después e informó que sus compañeros habían sido trasladados presuntamente al SEBIN en Caracas.
Las familias de los detenidos habían pedido desde la noche anterior una “fe de vida” de sus parientes, al tiempo que han rechazado su arresto.
