sábado, noviembre 23, 2024
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Venezuela inicia vacunación contra la covid-19 en sus hacinadas cárceles

Unas 500 presas de un penal venezolano recibieron este viernes la primera dosis de la vacuna contra el covid-19, como parte de un plan para inocular a la población carcelaria, que vive hacinada sin chance de aplicar medidas básicas de prevención.

Unas 500 presas de un penal venezolano recibieron este viernes la primera dosis de la vacuna contra el covid-19, como parte de un plan para inocular a la población carcelaria, que vive hacinada sin chance de aplicar medidas básicas de prevención.

Van en fila y muchas evitan declarar. Unas llevan uniforme rosado y otras, verde. Algunas tienen mal puesto el tapaboca, que les combina con la ropa.

“¡Gracias a Dios por la vacuna!”, exclamó sin embargo Nelly Parado, de 44 años, de los cuales casi dos recluidas en el Instituto Nacional de Orientación Femenina (INOF), una cárcel ubicada en Los Teques (estado Miranda), a unos 30 km de Caracas.

El operativo sigue a otro realizado a finales de junio en una cárcel para hombres de la capital.

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“Este proceso va a permitir inmunizar a toda la población privada de libertad”, dijo la ministra del régimen encargada del Servicio Penitenciario, Mirelys Contreras, sin precisar plazos o el número de vacunas disponibles para el plan. “Tenemos toda la plena fe y tranquilidad que vamos a atender toda la población”.

Hay unas 100.000 personas privadas de libertad en Venezuela, estiman organizaciones privadas, de las cuales 40.000 están recluidas en cárceles con capacidad para unos 30.000 reos y el resto, ante la falta de capacidad en los penales, está en centros de detención preventiva, en su mayoría comisarías policiales, donde el hacinamiento supera el 200%.

La ONG Una Ventana a la Libertad denuncia “fallas en el suministro de agua potable, limitaciones de logística e infraestructura y un alto nivel de hacinamiento, que impiden la aplicación efectiva de medidas básicas de prevención” como lavado de manos o distanciamiento físico.

La organización sostiene que son escasos los operativos de detección de contagios o las jornadas de desinfección dentro de los centros. Asegura que no se practica aislamiento preventivo y que son los familiares quienes normalmente proveen a los presos de gel para las manos y tapabocas.

En una cancha de baloncesto, un grupo de reclusas esperan en formación de orden cerrado para entrar a la sala donde recibirán la vacuna. El edificio está desgastado, con agujeros y la pintura de una bandera venezolana apenas se distingue.

– Otros penales –

Venezuela, con casi 30 millones de habitantes, reporta unos 270.000 casos de covid-19 con 3.101 muertos, según cifras oficiales, entre denuncias de un elevado subregistro.

No hay data sobre casos en la población penal, mucho menos de muertes por el virus.

“Hace tres semanas sentí mucho dolor de cabeza y mucha fiebre, mis compañeras fueron las que me ayudaron a calmar el malestar con pañitos de agua fría”, recordó Lorena Barreto, una colombiana de 49 años, que cumple una pena de nueve años de prisión por narcotráfico. No sabe si tuvo covid.

Otras reclusas aseguraron no conocer contagios.

Ya en enero de este año hubo una huelga de hambre en ese penal, según Ventana a la Libertad. Las reclusas aseguraban estar “pasando hambre”, en parte porque el confinamiento por la pandemia suspendió además las visitas y son los familiares los que normalmente les llevan comida.

En la jornada del viernes fueron vacunadas otras 100 personas, entre custodios y personal administrativo del INOF.

Contreras informó que los penales de Yare y El Rodeo (también en Miranda), en los que son comunes motines y enfrentamientos entre bandas, siguen en el plan de vacunación carcelario.

“Ya recibimos un primer lote, estamos coordinando que se puedan atender todas las regiones” del país, dijo a periodistas.

Según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), menos de 224.000 personas han completado en Venezuela el proceso de inmunización de al menos dos dosis, pues el país inocula con la rusa Sputnik-V y la china Sinopharm, en tanto recientemente recibió un lote del candidato vacunal cubano Abdala, que requiere tres dosis.

Fuente AFP

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