sábado, noviembre 23, 2024
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La sombra que está venciendo a la UCV

Fue en síntesis la frase que grito en su momento el año 1936 el general franquista Millán Astray en el paraninfo de la Universidad de Salamanca cuando los Nacionales tomaron esa ciudad y tal como se acostumbraba, fusilaron a muchos Rojos. Estaba comenzando la Guerra Civil que le costó a España un millón de muertos.

El general Millán Astray era sin dudas un patán, me imagino que en su caso fue necesario por ser el jefe de las legiones españolas en el norte de África y esos eran verdaderamente unos salvajes. O quizás porque Millán tenía el cuerpo cosido a tiros y puñaladas en acciones de guerra, incluso había perdido un brazo y un ojo. Pero eso sí, no era tan delincuente como para quemar instalaciones sagradas para una nación como una Universidad.

Casualmente fue quemada ayer la Escuela de Estudios Políticos de nuestra alma mater, la Universidad Central de Venezuela. Nunca la Universidad había sufrido un ataque semejante, ni siquiera en tiempos de Boves, paradigma del socialismo peorro venezolano, quien deseaba vengar la derrota que le infringieron los estudiantes en la Batalla de La Victoria, por lo que la patria decretó ese día como Día de la Juventud venezolana. No es la primera vez bajo este régimen que la Universidad, representación de la Libertad, la Democracia y la Tolerancia es agredida. Lo hizo antes el general Gómez pese a la resistencia de sus rectores antes y a raíz de los incidentes de 1928, y eran rectores ejemplares de verdad, docentes y profesionales íntegros como Diego Carbonell o Pepe Izquierdo por citar dos. Luego Pérez Jiménez también intervino a la Universidad con gente honorable a cuya cabeza estaba el historiador Augusto Mijares, el gran biógrafo de El Libertador.

Luego don Augusto junto con algunos compañeros fueron expulsados por presión estudiantil con el beneplácito las primeras autoridades universitarias del período democrático. Fueron varios los expulsados, creo incluso que el doctor Humberto Fernández Morán era uno de ellos. O quizás la rabia fue como consecuencia de que Pérez Jiménez había nombrado ministro de educación al general Nestór Prato Chacón que venía de ser gobernador del Zulia donde actuó con severidad. Alguna vez he escrito que bajo el rectorado del infame Bianco, la universidad fue intervenida pero por la insurrección socialista, que poco a poco se enseñoreo y se fue apoderando de nuestra universidad y fue edmundo chirinos como rector el emblema de esa intervención no gubernamental.

Luego los gobiernos democráticos intervinieron para poner orden en los disturbios estudiantiles acaudillados por jaua y jorge rodríguez, por citar solo dos de esos ejemplares que por sus actos los imaginaís. Como ven la intención viene de lejos el destruir a la Universidad y por sus obras los conocen. Ahora, que está quebrada, físicamente destruida pese a ser Patrimonio Cultural de la Humanidad la tratarán de asaltar y la razón es que la Universidad, en la persona de sus profesores y estudiantes han sido mayoritariamente críticos del socialismo.

En las elecciones estudiantiles hechas con todas las garantías no sacan ni el diez por ciento de los votos y eso es un delito y una afrenta para los socialistas en especial después de años pregonando su lucha por una universidad libre, democrática y autónoma. Dado que no han podido por la vía electoral, ni por el chantaje ni por el amedrentamiento, ahora pretenden cambiar la ley en ese mamotreto de poder legislativo a su servicio para poder acabar con la autonomía universitaria, con los estudios libres y las ideas plurales. Nadie ha acosado y atacado más a la Universidad como estos rufianes.

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