El G7 concluyó en su encuentro reciente aplicar un impuesto mínimo global a las grandes multinacionales.

Estados Unidos, Francia, Reino Unido, Alemania, Canadá, Italia y Japón aseguraron al finalizar el encuentro, que otros países deberían seguir el ejemplo, por tanto, ejercerán presión al respecto durante la reunión del G20 en julio.

Dentro del sector tecnológico, Google y Amazon, están entre las empresas que pudieran verse afectadas con la medida.

Luchar contra la evasión fiscal ha sido una de las metas definidas por los ministros de Finanzas del G7, quienes aseguraron que la tasa impositiva corporativa mínima global será en un principio del 15%.

Aplicar el impuesto mínimo global significa destinar millones de dólares a las arcas de los Estados que vieron afectadas sus finanzas a propósito de la crisis de coronavirus.

Los gobiernos han enfrentado el reto de las grandes corporaciones que declaran sus gravámenes en lugares donde pagan poco, pero operando desde otros países

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Tasa acorde a sus ingresos

Sobre el impuesto mínimo global a las empresas con altos ingresos, GLOBOMIAMI consultó al presidente de Italbank y vicepresidente de Italcambio, Carlos Dorado, quien consideró que la medida es “más que suficiente”, debido a que se trata de una injusticia el hecho de que las grandes organizaciones que ganan billones de dólares se limiten a pagar lo que le corresponde, mientras que aquellas con “condiciones hostiles y desfavorables” sí deban hacerlo.

“Lo que me estoy preguntando, no solo si es justa, sino que es suficiente, debido a que el 15% que se acordó, como tasa a pagar sobre las utilidades, sigue siendo más baja que la que deberían pagar, lo cual siempre va a ser un incentivo para que continúen haciendo estructuras legales eficientes a nivel impositivo”, expresó Carlos Dorado.

–¿Es válido tener una empresa en un país donde se pagan impuestos menores, pero su operatividad está en otra nación?

-Las compañías deben buscar siempre maximizar sus beneficios, y una de las variables importantes son los costos, por lo cual siempre van a buscar operar en aquellos países cuyos costos sean más bajos. Ahora bien, esto no debe significar que esos ahorros sean por pagar menos impuestos. Según la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos) estamos hablando de 240 billones, esto representa unas pérdidas en recaudación del 18% por parte de las compañías Europeas, y un 14% de las americanas.

-En criterio de Carlos Dorado, ¿por qué cambian las reglas del juego en estos tiempos de crisis sobre el tema de impuesto?

-El proceso no es fácil y es largo para lograr llevarlo a feliz término. Esta reunión del G7 del 5 de junio ha sido un gran primer paso, el cual se ha acelerado, para hacerle frente a los gastos extraordinarios que los países tienen y tendrán que enfrentar como consecuencia del covid-19.

Ahora lograr un acuerdo global, involucra 132 países, incluyendo China y la India, donde algunos se van a resistir, sobre todo aquellos que han dado incentivos fiscales para atraer inversión y negocios como Irlanda, y donde la tasa impositiva para las compañías es del 12.5%.

Después todos estos acuerdos, tienen que convertirse en ley en todos estos países, y debe pasar por las respectivas asambleas, por lo cual la diplomacia también jugará un rol muy importante en este proceso.

Por último, no debemos olvidar la guerra comercial entre las grandes potencias en el ámbito de tarifas y protección, lo que se estima que se come el 1% del GDP (PIB) mundial.

–¿El impuesto mínimo global es una medida oportuna para evitar la evasión fiscal?

-Hay que ser realistas, la evasión fiscal no es fácil de evitar, sobre todo a nivel global, y el objetivo debe ser irla reduciendo a buen ritmo. Con esta nueva tarifa del impuesto mínimo global, una vez que se implemente pudiésemos estar hablando según cálculos efectuados entre 50-80 billones dólares, lo cual pareciese que es mucho, pero si lo comparamos con los estimados de 6 trillones que se estima que deberían pagar las multinacionales, vemos que todavía falta mucho camino por recorrer.

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¿Aprovechamiento de los Estados respecto al impuesto mínimo global?

El vicepresidente de Italbank y vicepresidente de Italcambio, Carlos Dorado, dijo que la acción del G7 respecto al impuesto mínimo global no es un aprovechamiento, por cuanto consideró que “el metro debe tener 100 centímetros para todo el mundo”.

“No es posible que un pequeño negocio en algún lugar del mundo esté pagando, siendo auditado, cuando malamente logra sobrevivir para ir creciendo en el tiempo; y tengamos por otro lado, las grandes multinacionales que haciendo estrategia fiscal a través de los grandes bufetes mundiales, y aprovechando un mundo globalizado, terminen pagando porcentajes ridículos. Es legal quizás sí, es moral definitivamente no. Ahora bien, que después esas recaudaciones también sean administradas eficientemente, eso ya es harina de otro costal”, expresó Carlos Dorado.

–La tecnología en cierta medida permite crear empresas sin necesidad de tener una sede física o un lugar establecido. ¿Cómo deberían funcionar entonces? Cuando se quiere tener una empresa global, de ventas en línea

-La tecnología no es la culpable, el problema es quién hace un mal uso de esta. Hoy en día con la tecnología existente, sería relativamente fácil incrementar dramáticamente la recaudación fiscal a nivel mundial.

Pero estamos hablando del mundo, donde hay muchos países con sus leyes, procedimientos, políticas internas, y conceptos de soberanía en la mayoría de los casos con discursos demagógicos.

Es precisamente esta falta de acuerdo político, donde se crea la fisura por donde se cuela buena parte de la evasión fiscal, no por falta de tecnología sino por falta de voluntad política global. Pero debemos ser optimistas, ya se dio un primer paso de un largo camino se ha dado.