La colombo-francesa Ingrid Betancourt confrontó por primera vez a exguerrilleros de las FARC sobre sus más de seis años de secuestro en la selva de Colombia, durante un encuentro este miércoles entre víctimas y excombatientes previsto por el histórico acuerdo de paz.
“Aquí estamos los que estamos cargando nuestras heridas y nuestros muertos con la dificultad de mirarnos los unos a los otros a la cara. Con el dolor de oírnos y con el pudor de nuestras emociones, pero con la decisión compartida de romper el círculo vicioso de la violencia”, dijo conmovida la excandidata presidencial, símbolo internacional del flagelo del secuestro.
Liberada en una operación militar en 2008, Betancourt criticó las declaraciones previas de los exguerrilleros colombianos por no hablar “desde su corazón” sino “desde la política”.
“Oí con emoción los relatos de mis hermanos de dolor (…) pero debo confesarles que me sorprende que nosotros de este lado del escenario estemos todos llorando y que del otro lado no haya habido una sola lágrima”, reclamó en el evento organizado por la Comisión de la Verdad, de carácter extrajudicial y surgida del acuerdo de paz.
“Mientras que nuestra pesadilla sea solamente nuestra (…) estaríamos todavía en la distancia de no poder explicarle a Colombia lo que realmente sucedió”, añadió Betancourt luego de 13 años de no estar frente a frente con miembros de la antigua guerrilla.
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Durante su prolongada y fallida lucha por el poder, las FARC recurrieron al secuestro de personas con fines económicos y políticos.
Tras el acuerdo de paz firmado en 2016, los líderes de la que fuera la guerrilla más poderosa del continente comparecen ante un tribunal especial para esclarecer este y otros delitos.
“A quienes nunca regresaron del secuestro, a quienes perdieron la vida en nuestras manos, a sus allegados agobiados durante años por su ausencia (…) les suplicamos perdonarnos por la terrible afrenta ocasionada. Hablamos con sentimiento de vergüenza”, dijo Rodrigo Londoño, conocido como Timochenko y último comandante de esta guerrilla.
En el encuentro participaron víctimas, familiares de secuestrados, exguerrilleros, la embajadora de la Unión Europea en Colombia y miembros del sistema de justicia de paz.
Después de terminar con un conflicto de poco más de cinco décadas mediante un acuerdo negociado en Cuba, miembros del ahora partido de izquierda Comunes están respondiendo ante la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP).
Ocho altos mandos de las antiguas FARC fueron imputados en enero por crímenes de lesa humanidad ocurridos entre 1990 y 2016, cuando secuestraron a 21.396 personas.
Los exguerrilleros que están rindiendo cuentas ante la JEP deben confesar sus crímenes y reparar a sus víctimas para no ir a la cárcel y recibir penas alternativas. Si incumplen, encaran condenas de hasta 20 años de prisión.