El régimen venezolano denunció este martes las dificultades que presuntamente ha tenido la nación para acceder a las vacunas anticovid a través del Fondo de Acceso Global para Vacunas Covid-19, Covax, impulsado por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El canciller de la dictadura, Jorge Arreaza, aseguró que los problemas se han registrado debido a las sanciones económicas impuestas contra el régimen.
La advertencia fue hecha durante su intervención en el Club Internacional de Debates Valdái, donde señaló que desde el sistema Covax se niegan a entregarle a Venezuela las vacunas si no abona el importe total, mientras que el último pago no se pudo realizar tras ser bloqueado por un banco suizo.
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“Que nos devuelvan el dinero y con ese dinero compramos las vacunas a Rusia, China, a Cuba o a quien corresponda”, indicó Arreaza.
Agregó que “no saben cuán difícil es hacer los pagos para un país tan sancionado como Venezuela” tras recordar que 6.000 millones de dólares venezolanos se encuentran bloqueados en el exterior “en plena pandemia” debido a las sanciones.
“No hemos podido comprar las suficientes vacunas”, indicó el funcionario, quien agradeció a China y a Rusia el suministro de sus fármacos.
El diplomático chavista señaló que su administración ha firmado un acuerdo con Moscú para la entrega de 10 millones de dosis de sus vacunas, de las que hasta ahora ha recibido 1.2 millones.
“Esperamos cumplir muy pronto con esos 10 millones y seguir expandiendo nuestras compras a Rusia”, agregó el Arreaza.
Asimismo, instó a la Administración Biden a que “reflexione” y “rectifique” la política de su país hacia Venezuela, en aras de establecer “una relación de respeto mutuo entre ambos”.
“Si EE.UU. quiere hacer negocios con Venezuela, bienvenido”, tras exigirle a Washington devolverle a la nación caribeña su industria y las empresas que le “arrebató por la fuerza”, así como a levantar las sanciones “ilegales”.
“Nosotros sabemos que el que se sienta en el Despacho Oval no toma las decisiones en EE. UU., pero tiene alguna influencia y su equipo también”, insistió Arreaza, expresando su esperanza de que puedan “reflexionar” y “volver a la legalidad” de la carta de la ONU.