Al menos una persona murió este lunes en Bogotá, capital de Colombia, durante una nueva jornada de enfrentamientos entre la policía y manifestantes que protestan contra el gobierno de Iván Duque, en una crisis que deja más de 60 muertos en siete semanas de movilizaciones.
Autoridades registraron “la muerte de un ciudadano en medio de las confrontaciones que se desarrollan desde tempranas horas en la localidad de Usme”, en el sur de la capital, detalló el comandante de policía de la ciudad, general Óscar Gómez.
El secretario de gobierno, Luis Ernesto Gómez, identificó a la víctima como “Jaime Alonso Fandiño, un hombre de 32 años”.
“Después de un diálogo con la médica que lo atendió (…) se estableció que Jaime recibió un impacto en el pecho por un objeto contundente muy probablemente a muy corta distancia”, precisó Gómez en un video divulgado en Twitter.
Imágenes divulgadas por autoridades locales muestran a miembros del escuadrón antidisturbios usando bombas aturdidoras para dispersar a un grupo de manifestantes armados con piedras.
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Según autoridades civiles y la Defensoría del Pueblo (ombudsman), al menos 63 personas han muerto desde el 28 de abril, cuando multitudes se tomaron las calles para marchar contra un proyecto para elevar impuestos a la clase media. Dos de los fallecidos eran uniformados.
Aunque la iniciativa fue retirada, las manifestaciones se mantuvieron, avivadas por una violenta represión policial que fue condenada por la comunidad internacional.
La ONG Human Rights Watch asegura tener “evidencias creíbles” de que “la policía mató al menos a 16 manifestantes o transeúntes con municiones letales” y a otros tres “por uso indebido o excesivo de gases lacrimógenos o aturdidoras”.
Aunque el Comité Nacional del Paro, el sector más visible de la protesta, suspendió las movilizaciones la semana pasada, otros sectores inconformes mantienen activas marchas, concentraciones y bloqueos en varios puntos de Bogotá y Cali, tercera ciudad del país y epicentro del sangriento estallido social.
Lo que comenzó con una protesta contra impuestos terminó en un movimiento que exige una reforma a la policía y un Estado más solidario para lidiar con los estragos económicos de la pandemia, que elevó la pobreza del 37% al 42% de la población.
El gobierno sostiene que organizaciones armadas vinculadas al narcotráfico han infiltrado la protesta. Este lunes, Duque responsabilizó a las movilizaciones por el agresivo tercer pico de la pandemia, que lleva varias semanas con récords de muertes y contagios diarios y ya deja más de 100.000 fallecidos en el país sudamericano.