El partido Rusia Unida de Vladimir Putin celebra este sábado su congreso con miras a las elecciones legislativas de septiembre, de las que la principal fuerza de la oposición, de Alexéi Navalni, fue excluida tras meses de represión.
Putin hablará en un acto con Dmitri Medvedev, jefe oficial del partido y expresidente ruso.
Pese a la oleada de casos de covid-19 en la capital, el partido de Putin mantuvo el congreso, aunque dividió por tres el número de representantes, unos 500, que tendrán que disponer de una prueba negativa y podrán vacunarse en el lugar.
Navalni neutralizado
En el congreso el partido anunciará las líneas directrices de su programa y la lista de candidatos, tras la celebración de las primarias internas en primavera.
Estos últimos años la popularidad de Rusia Unida, que controla la mayoría de la cámara baja del Parlamento, se vio afectada a causa del estancamiento económico, la desgana de los electores y los casos de corrupción.
Según el instituto público de encuestas Vtsiom, su popularidad ronda el 30%, o sea 10% menos que antes de las legislativas de 2016. La cámara de diputados, donde el partido es ultramayoritario, tiene 34% de opiniones favorables frente a 60-65% para Vladimir Putin.
Los políticos en el poder afirman estar serenos. “Es una buena base de apoyo que podemos aumentar más durante la campaña”, aseguró a comienzos de junio Dmitri Medvedev.
Los tres partidos de la oposición parlamentaria, generalmente dóciles y que apoyan las iniciativas del régimen de Putin (comunistas, partido ultranacionalista LDPR y la formación Rusia Justa) obtendrán el 30% de los sufragios, según Vtsiom.
Las autoridades aumentaron los ataques a sus verdaderos detractores a medida que se acercaban las elecciones, en particular las organizaciones de Alexéi Navalni, que fueron declaradas “extremistas” y prohibidas el 9 de junio. A sus miembros se les impidió participar en las legislativas.
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Navalni, encarcelado en enero, purga una pena de dos años y medio de cárcel, a la que fue condenado tras sobrevivir a un envenenamiento en agosto de 2020 que él atribuye al Kremlin.
El principal opositor de Putin se hizo conocer por sus investigaciones sobre la corrupción de las élites rusas que cuestionaban principalmente a los representantes de Rusia Unida.
Los partidarios de Navalni esperan poder promover un “voto inteligente”, llamando a votar por cualquier partido para derrotar a Rusia Unida.
Esta táctica ya logró cierto éxito en las elecciones municipales. Pero podría fracasar por la liquidación de la importante red de oficinas regionales del opositor.
Detenciones, exilios
Por temor a ser procesados, varios aliados de Navalni tuvieron que abandonar el país en los últimos meses mientras que la represión afecta también a otros opositores y medios de comunicación independientes.
Recientemente, la policía detuvo a Dmitri Gudkov, quien finalmente huyó a Ucrania y renunció a las legislativas. El ex responsable del movimiento Open Rusia, Andrei Pivovarov, fue detenido, así como un diputado de la asamblea legislativa de San Petersburgo, Maxime Reznik.
Los tres habían anunciado que tenían la intención de presentarse a las elecciones en septiembre.
Durante la votación, el partido Rusia Unida podrá además contar con su implantación a todos los niveles del poder. La oposición lo acusa en cada elección de forzar a los funcionarios a votar por él.
Los comicios deben celebrarse del 17 al 19 de septiembre, oficialmente para garantizar una seguridad óptima frente a la covid-19.
Pero críticos del Kremlin ven en ello un medio que facilita la trampa, puesto que es muy difícil vigilar la votación y las urnas durante tres días y dos noches seguidos.
En el verano de 2020, un referéndum constitucional que autorizó a Vladimir Putin quedarse en el poder hasta 2036 se llevó a cabo durante una semana. Se instalaron urnas en el exterior, en bancos públicos y patios de edificios.