Alrededor del 50% de los 1000 migrantes detenidos diariamente en el cruce del Río Grande por la patrulla fronteriza son venezolanos.
Autoridades fronterizas contaron a la Voz de América que los ciudadanos venezolanos son procesados y enviados a centros detención por unas 24 horas, y luego son liberados.
EE.UU. alivió sanciones al régimen venezolano para atender la pandemia
El único centro de detención en la ciudad Del Río, en Texas, está colapsado por los migrantes, ahora muchos de ellos venezolanos, quienes son ayudados por las autoridades fronterizas para contactar con sus familiares en territorio estadounidense.
Asimismo, reciben ayuda para trasladarse hasta San Antonio, la ciudad más cercana y con mayores rutas de viaje.
Según las autoridades, la mayoría de los venezolanos que son detenidos en Del Río, tienen como destino la ciudad de Miami, actualmente uno de los epicentros de esos nacionales en territorio estadounidense.
Un viaje costoso
Al ser detenidos en la zona fronteriza, estos inmigrantes venezolanos ya llevan alrededor de cuatro días de viaje desde que salen desde su país.
La mayoría viaja desde Venezuela hasta la Ciudad de México o hasta Monterrey, y desde allí toma un autobús hasta Ciudad Acuña, fronteriza con el Río Grande.
Según las autoridades estadounidenses, quienes emprenden este viaje invierten alrededor de 4500 dólares para llegar Estados Unidos: 3500 dólares en vuelos hasta México desde Venezuela, y luego 1000 dólares o más para los traficantes en Río Grande, quienes únicamente les indican por dónde es más seguro cruzar.
Hasta la fecha, ningún ciudadano venezolano ha perdido la vida cruzando el río.
Los traficantes de la zona, miembros del crimen organizado, están generando ingresos por 25 millones de dólares cada semana.
