Cinco días después del balotaje entre la derechista Keiko Fujimori y el izquierdista Pedro Castillo Perú sigue sin conocer quién será su próximo presidente, en medio de un recuento trabado por impugnaciones de actas de mesas de sufragio y denuncias de fraude, aunque líderes de la izquierda latinoamericana abrazan “victoria” del maestro rural.
El mandatario interino de Perú, Francisco Sagasti, comenzó a hacer esfuerzos para calmar los ánimos en un país polarizado que espera desde el domingo la definición de la contienda electoral, que entró este viernes a una fase cada vez más tensa y compleja.
Pese a que aún no hay ganador oficial, Castillo sigue sumando felicitaciones de líderes regionales. Los expresidentes de Brasil y Ecuador, Dilma Rousseff y Rafael Correa, lo saludaron como “presidente electo”. “Su victoria sobre la extrema derecha es un estímulo para las fuerzas progresistas latinoamericanas”, dijo la exmandataria.
En la semana enviaron sus felicitaciones los exmandatarios Evo Morales de Bolivia, Luiz Inácio “Lula” da Silva, la primera dama de Nicaragua, Rosario Murillo y los actuales jefes de Estado de Bolivia, Luis Arce, y de Argentina, Alberto Fernández.
El mensaje de Fernández molestó a la Cancillería en Lima al considerarlo “un error y un exceso cometido por el presidente argentino” por calificar al maestro rural como “presidente electo”.
Castillo tiene una ventaja de 60.000 votos, con el 99,5% de las mesas escrutadas, pero el Jurado Nacional Electoral (JNE) todavía debe resolver los pedidos de impugnación de miles de sufragios presentados por ambos postulantes.
“No creo que se pueda detener el proceso en marcha, que da como (eventual) ganador a Castillo”, dijo a la AFP el analista Hugo Otero, exasesor del extinto presidente de Perú Alan García.
“Fujimori está desafiando a las autoridades electorales. Primero denunció fraude y luego ha hecho una serie de cuestionamientos, pero la gente ha votado democráticamente y con el reconocimiento de los organismos internacionales” de observación electoral, que afirmaron que el proceso fue limpio y transparente, añadió.
Que “impere la calma”
Mientras el JNE, que debe proclamar al vencedor en el balotaje de Perú, resuelve los pedidos de nulidad, Sagasti habló con personas ligadas a ambos candidatos para pedirles que impere la calma, cualquiera sea el ganador, reveló en un mensaje en Twitter.
“La tarea de un jefe de Estado es hacer que el país mantenga la serenidad y la calma en momentos difíciles y complejos. En ese esfuerzo me puse en comunicación con varias personas […]. Una de esas personas fue Mario Vargas Llosa”, señaló Sagasti.
El laureado escritor de 85 años ha estado apoyando a Fujimori activamente desde España, donde reside, a pesar de que en el pasado fue un furibundo antifujimorista.
De hecho, el hijo del escritor, Álvaro Vargas Llosa, confirmó este viernes que su padre habló con Sagasti: “Sería una infidencia revelar el contenido de la conversación porque fue privada”, dijo a la radio RPP.
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Según su versión, terminada la llamada con Sagasti su padre le pidió a él contactarse con Fujimori “para reiterarle en términos inequívocos su respaldo a lo que está haciendo, cosa que él considera perfectamente ajustada a lo que son las normas de conductas democráticas”, precisó Álvaro Vargas Llosa.
Perturbaciones
La tensión en Perú aumentó el jueves, luego de que un fiscal anticorrupción pidiera prisión preventiva para Fujimori por supuestamente infringir las reglas de su libertad condicional por el caso de los aportes ilegales de la constructora brasileña Odebrecht, por el que estuvo en prisión preventiva por 16 meses.
Según la candidata, que debe ir a juicio si pierde el balotaje, “hay una clara intencionalidad de distraernos, perturbarnos del proceso” electoral por parte del fiscal.
La petición del fiscal peruano José Domingo Pérez crispó más los ánimos y horas después la Marina de Guerra del Perú negó en un comunicado la veracidad de un audio sobre una supuesta conspiración de jefes navales “contra el orden constitucional”.
Fujimori había denunciado el lunes “indicios de fraude” y el miércoles pidió anular 200.000 votos, acentuando el clima de incertidumbre tras años de convulsiones políticas, que llevaron incluso a juramentar a tres presidentes en cinco días en noviembre pasado.
La organización de la cúpula empresarial peruana, Confiep, que en anteriores comicios apoyó a Fujimori, pidió en un comunicado a ambos candidatos “respetar la decisión final” del JNE.
Las solicitudes de revisión demorarían más de una semana más en decidirse en el JNE, por lo que la contienda sigue abierta, con caídas desde el lunes de la bolsa limeña y un dólar que va alcanzando precios récord de 3,9 soles.
Castillo recibió el jueves a dos excandidatos presidenciales de partidos minoritarios de centroderecha, George Forsyth y Daniel Salaverry.
“Jamás aprovecharé de un espacio democrático para limpiar mis deudas, para limpiar mis delitos”, dijo Castillo, en alusión a los líos judiciales de su rival, al hablar desde el balcón de la sede partidaria en Lima ante unos 1.500 seguidores.