Irán, golpeado por las sanciones de Estados Unidos, sufre una dramática crisis social por lo que la recuperación económica se anuncia como la prioridad del presidente que será elegido en los comicios de los 18 y 25 de junio.
El comerciante del gran bazar de Teherán, Fakhredin, de 80 años, lamenta casi “la época de la guerra con Irak” (1980-1988): entonces, “al menos teníamos trabajo”.
“Estamos ante la crisis macroeconómica más grave de Irán desde la revolución” de 1979, una “crisis social profunda” signada por “el derrumbe del poder adquisitivo de gran parte de los iraníes”, dice a la AFP Thierry Coville, investigador del Instituto de relaciones internacionales (IRIS) de París.
La República islámica había recuperado el crecimiento tras firmarse en 2015 en Viena el acuerdo internacional sobre el programa nuclear iraní, y producirse un consecuente levantamiento gradual de las sanciones internacionales.
Pero su sumió en una violenta recesión en 2018 con el restablecimiento de las sanciones estadounidenses, después de que el pacto fuera denunciado por el expresidente de Estados Unidos, Donald Trump.
Según el Fondo Monetario Internacional (FMI), el PIB de Irán ha caído más del 6% en 2018, y otro 6,8% el año siguiente, aunque luego se estabilizó en 2020.
La inflación, que el gobierno del presidente saliente Hasan Rohani logró reducir por debajo del 10%, se ha disparado al mismo tiempo que se hundía la divisa nacional, el rial, y debe llegar este año al 39%, según previsiones del FMI.
El desempleo estará en torno al 20%, según Coville
LEA TAMBIÉN: AIE considera importante el despliegue de energías limpias
Sin proyectos en Irán
En las tiendas de Teherán las conversaciones giran en torno a la carestía de la carne, de los huevos, de la leche.
Y los estudiantes, por su lado, renuncian a sus proyectos de estudios en el extranjero, por falta de medios.
En marzo, en el Noruz, al Año Nuevo iraní, las imágenes de largas colas ante las tiendas subvencionadas para intentar obtener pollo o pescado a precios asequibles habían conmocionado a la opinión pública.
Desde el restablecimiento de las sanciones de Washington, la mayoría de los inversores extranjeros se han ido de Irán, por miedo a represalias de Estados Unidos
El país se encuentra así cortado del sistema financiero internacional, y ha perdido a varios de los clientes de su petróleo, privando así al gobierno de lo esencial de sus recursos.
Sin estos indispensables recursos, y “para seguir pagando los gastos corrientes, los sueldos de los funcionarios, el gobierno se ve obligado de dejar de invertir”, explica Coville.
Pero “esta política de escasa inversión dura desde que hay sanciones, y no por casualidad empezamos a ver cortes de electricidad en Irán” agrega, aludiendo a la intensificación de las sanciones internacionales y occidentales, iniciadas en 2010, para intentar frenar el controvertido programa nuclear iraní.
LEA TAMBIÉN: Sting en Venezuela 1994: TBT Conciertos
Cada vez más pobres
“Desde 2011, unos 80 millones de personas de la clase media han caído en la clase media inferior, y cuatro millones han engrosado los rangos de los pobres” escribe el economista Djavad Salehi-Isfahani en un reciente estudio.
El covid-19 “amplió el impacto recesivo de las sanciones estadounidenses” y “el gobierno simplemente no tenía dinero para compensar” las consecuencias sociales, subraya Coville.
Irán, con 83 millones de habitantes, es el país de Medio Oriente más afectado por el covid-19, que ha causado 81.000 muertos, según cifras oficiales.
Para salir de la crisis, los siete candidatos a la presidencial, incluido los cinco conservadores que critican el acuerdo de Viena, están de acuerdo en decir que la prioridad es obtener el levantamiento de las sanciones estadounidenses mediante las negociaciones en curso, para que Washington retorne al acuerdo.
Fuente: AFP