Un grupo de abogados y expertos en derechos humanos que investigan sobre el trato infligido a la minoría musulmana uigur en la región china de Xinjiang emprende este viernes en Londres una serie de audiencias con testigos, calificadas por Pekín de “máquina de mentir”.
Los nueve miembros de este “tribunal uigur”, así denominado pese a que no cuenta con ninguna autoridad judicial, tomarán testimonios de primera mano sobre presuntos crímenes contra los uigures: esterilizaciones forzadas, torturas, secuestros y trabajos forzados.
Los organizadores pretenden determinar tras las vistas si creen que Pekín es culpable de genocidio y crímenes contra la humanidad contra los uigures y otras minorías musulmanas en China.
Su vicepresidente, Nick Vetch, rehusó hacer comentarios sobre las críticas de China a este procedimiento popular.
Vetch prometió que su trabajo será “imparcial”, basándose en los testimonios tomados esta semana y el próximo septiembre y en “miles de páginas” de documentos ya acumulados. Se basará “en pruebas, nada más que en pruebas”, dijo a la AFP.
“Hemos invitado a China a que nos proporcione las pruebas que tenga”, pero “no hemos recibido nada de momento”, añadió.
Expertos extranjeros afirman que más de un millón de uigures, el principal grupo étnico de Xinjiang, están recluidos en campos de reeducación y algunos son sometidos a “trabajos forzados”.
Pekín lo niega y afirma que son centros de formación profesional destinados a alejarlos del terrorismo y el separatismo tras los atentados atribuidos a los uigures.
Sanciones
El informe del “tribunal uigur” se espera para diciembre. Aunque no tendrá ninguna fuerza legal, los participantes esperan atraer la atención internacional y dar lugar a posibles acciones.
“Corresponderá a los Estados, a las instituciones internacionales, a las empresas, a las instituciones del ámbito del arte, de la medicina, de la educación y a los particulares determinar cómo aplicar la sentencia, sea cual sea”, afirmaron los organizadores.
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Esta iniciativa se creó a petición del Congreso Mundial Uigur, el mayor representante de la comunidad uigur en el exilio, que insta a la comunidad internacional a actuar contra China.
El “tribunal uigur” es una de las entidades sancionadas por el régimen de Pekín por haber denunciado su trato a los uigures, al igual que su presidente, el abogado británico Geoffrey Nice, que dirigió el procesamiento del exlíder serbio Slobodan Milosevic por crímenes de guerra ante la justicia de Naciones Unidas.
“Ni siquiera se trata de un verdadero tribunal o de un tribunal especial, sino simplemente de una máquina de mentir”, dijo la semana pasada el portavoz del ministerio chino de Relaciones Exteriores, Zhao Lijian.
Estas audiencias en Londres amenazan con agravar las ya fuertes tensiones entre el Reino Unido y China, alimentadas por la represión de las protestas prodemocráticas en Hong Kong y la exclusión de la red 5G británica del fabricante chino de equipos de telecomunicaciones Huawei, sospechoso de espiar para Pekín.
Estados Unidos afirma que China está llevando a cabo un “genocidio” en Xinjiang, un término que el Reino Unido ha rehusado adoptar, aunque se unió a Washington y Berlín el mes pasado para pedir el fin de la represión contra la minoría uigur.
El inicio de las audiencias tiene lugar una semana antes de la cumbre del G7 en el suroeste de Inglaterra, en que participará el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, quien pidió a las democracias occidentales que adopten una línea más dura contra China.