Chamanes peruanos provistos de hojas de coca, frutas y ollas de cerámica con fuego hicieron este miércoles un conjuro sobre la cima de un cerro sagrado de Lima para conseguir que el candidato izquierdista Pedro Castillo derrote a la derechista Keiko Fujimori en el balotaje presidencial.

Vestidos con atuendos tradicionales, una decena de indígenas andinos, de la selva y de la costa de Perú, rogaron al ‘Tayta Inti’ (Padre Sol) y a la ‘Pachamama’ (Madre Tierra) para que triunfe el maestro de escuela rural de la región norteña de Cajamarca, que enfrentará a Keiko en las urnas el 6 de junio.

Un colorido altar tradicional fue levantado sobre la soleada cima del cerro San Cristóbal, a 300 metros de altura, desde la cual se observa la zona central de Lima. Se trata de un “apu”, un lugar de culto y adoración que domina un valle, que sirve de sitio ceremonial desde antes de la llegada de los conquistadores españoles a Perú en el siglo XVI.

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Imágenes de los candidatos

Los indígenas colocaron una bandera peruana encima de unas rocas, y retratos de Keiko Fujimori y Pedro Castillo en el suelo. 

Sobre unas coloridas mantas extendidas sobre la tierra pusieron naranjas, mandarinas, bananas y manzanas. Además, colocaron granos de maíz y otros cereales andinos sobre conchas de mariscos.

Uno de los chamanes sopló una caracola a modo de trompeta, lo que dio inicio a la ceremonia matinal en este “apu” situado sobre las nubes que cubrían Lima, algo usual durante los meses del otoño e invierno austral.

Unas mujeres sostenían velas encendidas y uno de los chamanes fumaba tres “cigarrillos incas” a la vez.

“Anoche nos hemos amanecido masticando coca […] y hemos visto a través de la huachuma de San Pedro [un cactus de la selva] que el Señor Pedro Castillo Terrones va a ser el nuevo presidente”, dijo a la AFP el chamán Juan de Dios, quien se presenta como “vidente”.

La hoja de coca sirve para preparar infusiones y además es masticada desde hace siglos por los aborígenes andinos de Perú y Bolivia para matar el hambre y el cansancio.

Ayahuasca

Iniciada la ceremonia ancestral, tres mujeres levantaron el retrato de Keiko y le prendieron fuego. Luego lo colocaron sobre una pequeña fogata, donde siguió ardiendo hasta que fue totalmente consumido por las llamas.

La hija del encarcelado expresidente Alberto Fujimori (1990-2000) compite por tercera vez en un balotaje presidencial, tras haber terminado en segundo lugar en la primera vuelta electoral, el 11 de abril, detrás de Castillo.

Luego los varones levantaron el retrato de Castillo y las mujeres comenzaron a arrojarle pétalos de rosas blancas.

Enseguida, Juan de Dios estrujó una naranja cuyo jugo cayó sobre la imagen de su candidato y todos comenzaron a corear cánticos ancestrales al Tayta Inti y a la Pachamama, al tiempo que derramaban sobre la tierra chicha, una bebida fermentada a base de maíz.

Los chamanes relatan que durante su velada nocturna bebieron ayahuasca (yagé o vino de la muerte), una bebida tradicional de la Amazonía extraída de una liana del mismo nombre, también conocida como “soga de los espíritus”, que produce efectos alucinógenos.

“Entre medio de la sesión que hemos realizado anoche, tomando la ayahuasca, hemos visualizado que Pedro Castillo va a ser el nuevo presidente del Perú y va a gobernar algo favorable para nuestros hermanos que siempre están olvidados”, dijo a la AFP el chamán amazónico Cleofé Sedano. 

Ante la consulta de la AFP sobre la efectividad de sus vaticinios, este curandero responde “el 100%”.

Castillo, de 51 años, dio la sorpresa al encabezar con 18,9% de los votos el escrutinio de la primera vuelta electoral del 11 de abril, que tuvo un récord de 18 candidatos. Keiko, que acaba de cumplir 46 años, quedó en segundo lugar con 13,4%.