viernes, noviembre 22, 2024
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Lukashenko considera legal decisión de desviar avión donde estaba disidente

El presidente bielorruso, Alexander Lukashenko, calificó este miércoles de “legal” su decisión de desviar a Minsk un avión de pasajeros en el que viajaba un disidente y acusó a los países occidentales de haber traspasado las “líneas rojas” con sus críticas.

“Actué legalmente para proteger a la gente”, dijo Lukashenko, en un discurso ante dirigentes políticos, según la agencia oficial Belta. 

El dirigente aseguró que acusar a su gobierno de haber enviado un caza MiG-29 para forzar el aterrizaje del vuelo Ryanair era una “mentira”.

“Es una mentira absoluta decir que el avión se vio forzado a aterrizar por un MiG-29”, insistió. “La misión del caza era establecer la comunicación, acompañar el aterrizaje del avión de pasajeros en caso de urgencia”, agregó.

Son las primeras declaraciones del dirigente desde que el vuelo de la compañía Ryanair, que realizaba el trayecto entre Atenas (Grecia) y Vilna (Lituania), fue desviado de su ruta por Bielorrusia, argumentando que se había recibido una información sobre una bomba colocada en el aparato, que finalmente resultó ser falsa.

Dos pasajeros, el periodista y opositor Román Protasévich y su novia Sofia Sapega, de nacionalidad rusa, fueron detenidos en Minsk antes de que el avión volviera a despegar, lo que provocó la condena internacional casi unánime.

Para las autoridades bielorrusas, la presencia de este disidente en el avión es una mera casualidad. Pero para la Unión Europea, Estados Unidos y los opositores bielorrusos, todo se organizó para que el avión aterrizara en Minsk y pudiera arrestarse al periodista.

“Líneas rojas”

El gobierno bielorruso considera que Protasévich está implicado en “actividades terroristas”. 

El disidente, de 26 años, es exjefe de redacción del influyente medio opositor Nexta, que favoreció la movilización masiva de los bielorrusos durante las protestas de 2020, tras la polémica releección de Lukashenko.

La televisión bielorrusa difundió el lunes un video del joven, grabado en una prisión de Minsk, en el que se declaraba culpable de estos crímenes, una confesión fruto de la coacción, según sus familiares y los detractores del régimen.

Lukashenko, en el poder desde 1994, criticó este miércoles todos estos “ataques” occidentales que traspasan las “líneas rojas”.

“Nuestros adversarios del extranjero y de dentro del país cambiaron de método para atacar a nuestro Estado. Han traspasado una multitud de líneas rojas, han ido más allá de los límites del entendimiento y de la moral humana”, dijo el dirigente, según Belta.

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Lukashenko siempre ha atribuido las multitudinarias manifestaciones en las calles del año pasado a una oposición manipulada por países occidentales, a los que acusa de querer derrocarlo.

Este miércoles, el presidente bielorruso denunció que su país es “escenario de experimentos que luego irán hacia el Este”.

Lukashenko ha dicho en varias ocasiones que, tras él, el siguiente en la lista de estadounidenses y europeos es el presidente ruso, Vladimir Putin, su principal aliado.

Apoyo ruso

Tras el incidente, la Unión Europea (UE) decidió cerrar su espacio aéreo a Bielorrusia y recomendando a las aerolíneas que eviten sobrevolar la antigua república soviética. Además, se adoptaron nuevas sanciones contra dirigentes y entidades de Minsk.

El gobierno bielorruso ya había sido objeto de sanciones occidentales a raíz de la represión de las manifestaciones de 2020 contra la reelección de Lukashenko, una victoria en las urnas que la UE no reconoce.

Este miércoles, el Consejo de Seguridad de la ONU celebra una reunión de emergencia a puerta cerrada sobre este incidente.

La líder opositora bielorrusa, Svetlana Tijanóvskaya, candidata a las elecciones de 2020 y exiliada en Lituania, urgió en Twitter a Washington “a aislar al régimen y a presionarlo con sanciones”.

El lunes, las autoridades bielorrusas ya aseguraron que el aterrizaje forzoso del avión se debió a la amenaza de bomba recibida y señalaron que el origen era un correo electrónico del movimiento islamista palestino Hamás.

La canciller alemana, Angela Merkel, consideró que estas explicaciones no eran “creíbles”.

La transcripción de los diálogos entre los controladores y el piloto, publicados el martes, muestran que las autoridades insistieron para que el avión aterrizara en Bielorrusia y no en un país vecino.

Rusia, aliado de Bielorrusia, ha considerado que no hay razones de dudar de la versión de los hechos de Lukashenko, aunque fue mesurado en sus comentarios.

El Kremlin lamentó la recomendación europea de evitar el espacio aéreo de Bielorrusia, estimando que los pasajeros pagarán el precio.

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