Un edificio de la ciudad de Gaza que albergaba oficinas de medios internacionales quedó pulverizado este sábado por un bombardeo anunciado minutos antes por el ejército israelí, mientras tanto un enviado de Estados Unidos llegó al país para entablar negociaciones.
El edificio de 13 pisos atacado por la fuerza aérea israelí, que acababa de ser evacuado por los equipos de la cadena de información Al Jazeera y de la agencia de prensa estadounidense Associated Press (AP), se derrumbó, constataron periodistas de la AFP.
“Hemos corrido por las escaleras, desde el piso 11 y ahora estamos mirando el edificio desde lejos. Esperamos que el ejército se retracte”, dijo en Twitter Fares Akram, corresponsal de la AP en Gaza, antes del ataque.
La fuerza aérea de la nación hebrea ya había reducido a escombros el jueves una torre de más de diez pisos en la que tenía sus locales la cadena palestina Al Aqsa, creada hace algunos años por Hamás.
“Es horrible, muy triste, apuntar contra la oficina de Al Jazeera y las oficinas de prensa”, declaró a la AFP Wael Aldahdouh, jefe de la redacción de la cadena catarí en el lugar.
“El mundo estará menos informado de lo que ocurre en Gaza por lo que ha ocurrido hoy”, lamentó por su parte el jefe de AP, Gary Pruitt, cuya agencia se declaró “conmocionada y horrorizada” por el ataque.
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Las fuerzas armadas confirmaron que sus cazabombarderos “atacaron un edificio que albergaba objetivos militares, pertenecientes a la inteligencia militar de la organización terrorista Hamás”.
Según el comunicado, Hamás “se esconde y utiliza como escudos humanos” a los medios de comunicación que estaban en el edificio.
Por su parte, la Casa Blanca afirmó que había advertido a Israel que “es una responsabilidad crucial cuidar la seguridad de los periodistas y medios independientes”, indicó en Twitter Jen Psaki, portavoz del Ejecutivo estadounidense.
Familia diezmada
Aunque se han incrementado los esfuerzos diplomáticos para poner fin a cinco días de violentos enfrentamientos entre Israel y militantes palestinos en Gaza, el ejército israelí bombardeó varios objetivos en el enclave en la noche del viernes al sábado, y desde la Franja de Gaza volvieron a dispararse cohetes en dirección a Israel.
Entre las víctimas de estos últimos bombardeos figuran 10 miembros de una misma familia, ocho niños y dos mujeres, que perecieron en el campo de refugiados de Al Shati al desplomarse el edificio de tres pisos en el que se encontraban, según fuentes médicas.
Hamás respondió a ese bombardeo disparando una salva de cohetes hacia el centro de Israel, para vengar el ataque “contra mujeres y niños”.
Un israelí de 50 años fue alcanzado por esos tiros a las afueras de Tel Aviv mientras iba conduciendo, indicaron la policía y los servicios médicos israelíes.
Desde el lunes, al menos 139 palestinos han perdido la vida, entre ellos 39 menores, y 1.000 resultaron heridos, según el último balance de las autoridades palestinas.
Esta operación israelí es la más importante desde la guerra de 2014 con el movimiento islamista en Gaza, y fue lanzada después de que Hamás disparara una andanada de cohetes contra Israel como muestra de su “solidaridad” con el levantamiento palestino en la Explanada de las Mezquitas, en Jerusalén Este.
Desde entonces, se han disparado más de 2.300 cohetes desde la Franja de Gaza contra Israel, que han matado a 10 personas, entre ellas un menor y un soldado, y han herido a 560. Según el ejército, el escudo antimisiles “Cúpula de Hierro” ha interceptado más de la mitad de los proyectiles.
Emisario estadounidense
En este contexto, el alto responsable del Departamento de Estado norteamericano para los asuntos israelíes y palestinos, Hady Amr, ha previsto reunirse con dirigentes israelíes en Jerusalén el domingo y visitar Cisjordania ocupada para entrevistarse con responsables palestinos.
Frente a la escalada, el Consejo de Seguridad de la ONU ha previsto reunirse el domingo.
A pesar de los llamados internacionales a favor de la desescalada, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha advertido que su ejército infligirá “serios reveses” al movimiento “terrorista” Hamás, que controla el enclave de Gaza. “Lo están pagando y van a continuar pagando caro. Todavía no ha acabado”, recalcó.
Este sábado, las autoridades de Tel Aviv se mantienen en alerta, con nuevas manifestaciones previstas en Cisjordania ocupada. Los palestinos conmemoran cada 15 de mayo la Nakba, la “catástrofe” que representa para ellos la creación de Israel en 1948. Cada año se producen violentos altercados con el ejército y los colonos israelíes.
Además, en su territorio, Israel también hace frente a una escalada de violencia intercomunitaria inédita en sus ciudades “mixtas”, donde cohabitan judíos y palestinos con ciudadanía israelí, especialmente en Lod (centro), Jaffa cerca de Tel Aviv y Acre, en el norte del país.
Asimismo, el viernes por la noche, se dispararon tres cohetes desde Siria, vecina de Israel, sin que causaran daños. Y en la frontera israelo-libanesa, soldados israelíes dispararon contra manifestantes libaneses que lograron penetrar brevemente al territorio israelí y un miembro del Hezbolá que participaba en la manifestación fue muerto a tiros.