Tengo una muy estrecha relación humana con los artistas plásticos desde hace muchos años a finales de los años 1970 y en 1984 abrí con mi primo Johnny Lazo una galería de arte llamada Arte Hoy que fue muy exitosa e hizo exposiciones de grandes maestros como Gego a precios solidarios, mi compadre Pedro Barreto y Manuel Quintana Castillo hasta artistas jóvenes.
La abrí porque se estaban cerrando galerías como consecuencia del Viernes Negro. Recuerdo que la abrí con una colectiva de esculturas en madera con Francisco Narváez, Pedro Barreto, Carlos Mendoza, Alexis de la Sierra, Aníbal García y algún otro más.
Después, por incompatibilidad humana con un tercer socio la vendí en 1990 y abrí la actual llamada D’Museo en 1991 con el perfil de grandes maestros, pues el mercado local era fuerte entonces. Al salir de Arte Hoy, que poco después se desplomó, un grupo de artistas me pidió abrir los espacios de D’Museo al arte contemporáneo venezolano o sea, a ellos.
No era fácil esa generación de los años 80 pues en vez de abrir mercados fuera, prefirieron subir los precios o vender en muchos sitios de la ciudad saturando el mercado con sobreoferta. El mercado del arte venezolano siempre fue muy fuerte producto del ingreso petrolero, pero por razones que no vienen al caso nuestros artistas salían poco al exterior.
Desde 1992 después de la felonía del 4 de Febrero, la situación del mercado de arte venezolano se complicó por lo que fundamos la Feria Iberoamericana FIA para darle oxígeno al mercado de arte y gracias a la cual varios artistas abrieron mercados en el exterior.
Así que puedo decir que los artistas venezolanos han estado en mis desvelos siempre. Incluso, algunos me solicitaron una mediación en un conflicto entre dos grupos en una directiva de la AVAP y que arrasó con la subasta a beneficio de una Fundación que habíamos apoyado y creado para el financiamiento del seguro médico de la Asociación. La condición que puse fue que Perán Ermini me acompañase en la mediación.
Estuvimos a punto de llegar a un acuerdo entonces donde se dejaba de lado la subasta, que con lo recibido por la venta de las obras de Cruz Diez, Pedro Barreto, Edgar Sánchez, Alirio Rodríguez y otros maestros permitía financiar el seguro. Pero los directivos, en vez de independizar la subasta de su conflicto como les aconsejé, arrasaron con ella.
Y mientras no se creé un reglamento de quién es de verdad artista y quien es pintor aficionado, que se beneficiaron mucho estos del seguro existente, todo proyecto de seguridad social es imposible. Llegamos al punto que varios artistas me pidieron que presidiera la Asociación de Artistas, cosa que me negué pues el chavismo hubiese arrasado con todo, ridiculizando que un galerista fuese presidente de la asociación de artistas.
Hoy nuestros artistas jóvenes son muy superiores a la generación anterior, solo que el chavismo, en vista de que no tiene buenos artistas sino tres o cuatro chambones, decidieron arrasar con el medio cultural incluyendo el Instituto Armando Reverón, con los premios nacionales que se han dado solo por lealtad partidista hacia el régimen para desvergüenza de ellos, incluso arrasaron con los museos.
De modo que hay que reconstruirlo todo, desde las agregadurías culturales, el uso de Internet, hasta el sistema de premios y castigos, o la creación de muchos museos y una Ley de Mecenazgo, pues buenos o malos debemos conseguir que muchos artistas vivan dignamente de su trabajo.
Porque en materia de Arte, que cada quién tenga su cada cual.
La foto de portada corresponde a Nelson Garrido y su “Caracas Sangrante”.