La habilidad de hacer preguntas inspiradoras y poderosas es una que todos los líderes deberían tener.

Las buenas interrogantes se pueden usar para invitar a los individuos dentro de un equipo a unirse en la búsqueda de nuevas oportunidades que una organización no ha identificado aún.

Las preguntas que se planteen no deben ser preguntas puntuales que pongan a las personas en el centro de atención.

Se deben plantear preguntas que impulsen a todos a enfocarse en los aspectos positivos y en cómo potenciarlos para minimizar los negativos; algunos ejemplos de buenas preguntas para fomentar esta conversación son:

¿Cuál es una oportunidad de cambio que podría crear mucho más valor del que hemos entregado en el pasado?

¿Cómo podríamos aprovechar los recursos de terceros para abordar una gama más amplia de necesidades de nuestros clientes?

¿Cómo podemos pasar de productos y servicios estandarizados de mercado masivo a personalizar nuestros productos y servicios a las necesidades específicas de cada cliente?

Hacer más preguntas no es un signo de debilidad; evidencia el deseo de llevar la organización mucho más allá de donde está hoy, buscando entre las respuestas oportunidades para prever los acontecimientos futuros.

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Tulia Monsalve, Directora Grupo Plus Comunicación Estratégica y profesora Universidad Monteavila @tuliamonsalve @grupoplusve

Crédito de la foto: Jesús Ochoa. @jesusochoa