La comisión senatorial de Brasil que investiga posibles omisiones del gobierno de Jair Bolsonaro frente a la pandemia de coronavirus interrogó el martes al exministro de Salud Luiz Henrique Mandetta, destituido por defender el distanciamiento social para contener el virus que ya dejó casi 410.000 muertos en la nación.
En su declaración preliminar ante la comisión, Mandetta afirmó que su acción tras la declaración del estado de pandemia por la Organización Mundial de la Salud (OMS) estuvo determinada por “la defensa intransigente de la vida”, así como en “la ciencia como elemento de decisión”.
Una postura que según numerosos expertos se contrapone a la actitud del mandatario brasilero, quien minimizó la enfermedad, rechazó el uso de mascarillas, promovió aglomeraciones y preconizó el uso de medicamentos sin eficacia comprobada contra ese virus.
Los primeros convocados por la Comisión Parlamentaria de Investigación (CPI) fueron los cuatro ministros de Salud que se sucedieron en el cargo desde el inicio de la crisis sanitaria.
Madetta, un ortopedista y exdiputado, fue reemplazado en abril de 2020 por el oncólogo Nelson Teigh, quien renunció menos de un mes después, bajo fuerte presión para ampliar el uso de la cloroquina y la hidroxicloroquina entre los pacientes internados con covid-19.
El tercer convocado es el general Eduardo Pazuello, bajo cuya gestión, que duró hasta marzo pasado, se produjo la catástrofe de Manaos, la capital del estado de Amazonas, durante la cual decenas de personas murieron por falta de oxígeno en los hospitales.
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Pazuello debía declarar el miércoles, pero el presidente de la CPI informó que la convocatoria será pospuesta porque el exministro entró en cuarentena tras estar en contacto con dos personas con covid.
Los últimos testimonios previstos de esta primera tanda son los del actual ministro, Marcelo Queiroga, y el presidente de la agencia reguladora sanitaria Anvisa, Antonio Barra Torres.
Entre los puntos a esclarecer figura la demora de la campaña de vacunación en Brasil. Hasta ahora, el 14% de la población de este país de 212 millones de habitantes recibió la primera dosis y 6,7% la segunda, interrumpida en varias ciudades por falta del inmunizante.
Las labores de esta CPI tienen el potencial de complicar la reelección de Bolsonaro en octubre de 2022.
El relator de la Comisión, Renan Calheiros, afirmó la semana pasada que la investigación no impulsará “acciones persecutorias”, pero que se imponía castigar “inmediata y emblemáticamente” a los responsables.
Brasil vivió en marzo y abril de este año los meses más letales de la pandemia. El promedio de decesos es de 2.384 en los últimos siete días, después de haber superado los 3.000 hace algunas semanas. La ocupación de las unidades de terapia intensiva está por encima de 80% en casi todos los estados.