Reviso la actualidad política española cada día y el juego táctico de cada uno de los actores, desde el astuto de la señora Ayuso, que no me ha impresionado por lo demás, y necesariamente moderado por su situación en las encuestas, hasta el abyecto iglesias, quién luego de ordenar acabar con palos y piedras al mitin de Vox en el barrio popular de Vallecas en Madrid, lo cual hicieron a medias porque el mitin si se hizo.
La policía en vez de proteger a los ciudadanos asistentes al mitin, por orden del ministro de interior marlaska, aquél de la reunión con delcy en Barajas y quien es un rufián, no lo hicieron, pero la policía denunció que recibieron la orden de no intervenir en la trifulca por disposición expresa del ministro. O sea del galán sánchez, que la presidencia del gobierno le ha asentado físicamente muy mal, pues se ha envejecido rápidamente.
Después vi la presentación y debate de los candidatos a alcalde de Madrid. La señora Ayuso en su rol de favorita en las encuestas como alcaldesa actual de la ciudad y de una buena gestión apoyada por la mayoría, le bastaba solo con no meter la pata, que no lo hizo, y fue comprensiblemente discreta al irse a dar cifras que los otros ignoran y no caer en un rifirafe.
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El señor Gabilondo del partido socialista, patético, un viejo desaseado en medio de aquél conjunto de jóvenes. Lerdo, pendejo, lleno de lugares comunes como buen socialista decimonónico y creyéndose con superioridad moral a la vieja usanza izquierdista del doble racero de los tiempos de la Cortina de Hierro. La señora Monasterio de Vox, buena dicción, bella, elegante y combativa, tanto que cometió el error infantil de interrumpir majaderamente al cretino de iglesias. La pasión y la feminidad se muestran de otra manera.
Si bien no va a ganar debe controlar su carácter y su madurez. Y por último con el señor iglesias con quién me pasa una cosa especial, y es una aversión visceral y biológica independientemente de sus opiniones e infamias. Le deseo el mayor sufrimiento humano posible, pero aparte de mi aversión biológica, es un felón, patán, prepotente y canalla.
Es un mentiroso compulsivo y dice y se desdice de lo que ha dicho minutos antes sin rubor, incluso cuando le demuestran lo que dijo. Como esos vengadores sociales por sus carencias y frustraciones personales quieren buscar en la Política la venganza de haber sido maltratado en la infancia.
Me parece un resentido social como el difunto. Seres despreciables que desdicen de la raza humana. Otro aspecto interesante es descubrir que iglesias es un hombre cobarde y eso lo hace más peligroso. La moderadora que debía ser imparcial fue absolutamente parcial, lo único que le faltó fue fornicar con iglesias de cómo lo defendía.
En otro contexto, vi una entrevista al señor Casado quien pareciendo ser más elegante y simpático que sus antecesores los señores Aznar y Rajoy, que eran una patada en la espinilla, pero eficientes, les sigue Casado, un señorito madrileño de buenas maneras y siempre sonriente, por lo que carece de pegada política y de pasión, resultando modoso y protocolar cuando todo político debe ser algo intimidante por aquello de la majestad del poder.
Por su parte el señor Santiago Abascal, líder de Vox es un hombre impertérrito, claro, firme en sus convicciones, incluso tan intimidante como un toro de lidia, pese a que lo han intentado asesinar y golpear. Lo acusan de fascista, pese a que defiende valores como la libre empresa, la democracia y la libertad. La mejor de las suertes para mi querido Madrid.