Apenas iniciaba la cuarentena venezolana en abril de 2020, Pink Delivery ya daba sus primeros pasos en Caracas, una ciudad presta al buen servicio y a los emprendimientos que recibió esta nueva iniciativa integrada solo por mujeres.
Identificadas con una franela blanca y magenta o rosa oscuro, es fácil de divisar en las calles de la capital, donde el buen servicio pedalea la ciudad para entregar emociones de la mano de numerosos aliados.
A su fundadora, Carolina Armada, se le ve siempre atenta a recibir las llamadas y regalar, en la primera impresión, un “sí a la orden”.
Hace 17 años se inició en el ramo de las ventas y esa experiencia acumulada le fue útil para ofrecer el servicio de delivery junto a un grupo de mujeres que además de “llevar productos, transportan emociones y soluciones”.
La CEO de Pink Delivery es especialista en publicidad y mercadeo, pero además adicta a la atención al cliente, amante de los perros y altruista por excelencia. Su hija de 15 años, ha sido fundamental en este sueño venezolano.
La idea de ser parte de los repartidores a domicilio existentes en Venezuela surgió con el mayor temor e incertidumbre, justo cuando Armada veía a las mujeres reinventándose en las calles con una bicicleta, un monopatín o una moto, pero sin una marca, una identidad que las identificara y les diera un respaldo.
12 venezolanas empoderadas toman sus bicicletas, motos o carros, para entregar los pedidos solicitados en el menor tiempo posible.
Pink Delivery ya roza el año de su creación, un servicio delicado, 100% femenino y con un concepto distinto a lo tradicional.
Toque de amor
El deseo de ofrecer un servicio diferenciador, con calidad, pero atendido solo por mujeres, ha sido fundamental en el éxito de este emprendimiento.
La participación femenina es un factor clave en todos los ámbitos de la sociedad y, eso, lo recalca Armada, pues “somos organizadas, puntuales y damos ese toque con amor y tocando esa parte humana que no debe faltar en ningún proyecto”, contó a GLOBOMIAMI.
De raíces españolas y colombianas, la CEO de Pink Delivery durante su estadía en el vecino país donde vivió 14 años, observó con mucho detenimiento la cultura de delivery avanzada que impregna el país neogranadino, en el comercio de comida rápida, hasta el abasto, ferretería o el supermercado. “Darle esa comodidad al cliente, ese plus de contar con lo que deseas en tiempo récord es algo a lo que el colombiano está acostumbrado desde hace años”, recordó.
El apoyo, elemento clave del emprendimiento
Todo inicio es complejo, dice, pero las ganas de crear y lograr lo que se quiere, impulsan a alcanzar los objetivos.
Armada recibió el apoyo de su pareja, a quien le encantó el proyecto y en su local en Chacao (estado Miranda), les abrió un espacio para que Pink Delivery pudiera tener su centro de operaciones, donde las “chicas pudieran reparar o guardar sus bicis, además de su material de trabajo”.
Con satisfacción comenta que han logrado la fidelidad de sus clientes, una situación que le llena de orgullo y emoción.
“Una vez nos contratan, se quedan con nosotras y es muy lindo ver como cada cliente y aliado nos da su confianza”
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Los servicios de Pink Delivery
Desde su creación hasta la actualidad, los servicios que ofrecen se han ampliado. Ahora cuentan con Pink Delivery Caracas, Pink Taxi y Sorpresas Pink.
“En Pink Delivery trasladamos todo tipo de productos, realizamos diligencias, compra de alimentos y cualquier requerimiento. Pink Taxi es un servicio de taxis conducido por chicas solo para chicas, donde las mujeres se sienten cómodas, les ofrecemos agua, espejo, y sobre todo confianza”, destacó Armada. “Y Sorpresas Pink, donde te ayudamos a sorprender a un ser querido, donde nos contratan para llevar amor, sentimientos para familiares de personas que se encuentran fuera de nuestras fronteras y desean llevar emoción a sus parientes en nuestro país. Esto es algo que nos encanta y hacemos con mucho cariño”.
A lo largo del año, han tenido muchas anécdotas maravillosas y Armada cuenta una de ellas:
“Una vez llevamos una torta muy linda a un señor de parte de su hija que se encuentra en Estados Unidos. Fue muy conmovedor ver la emoción de ese señor al recibir un detalle, que para muchos puede ser simple, pero lo llenó tanto, que lloramos con él y su hija en videollamada. De eso se trata, no solo entregamos productos, trasladamos emociones y soluciones…”, recordó.
Avanzar
El crecimiento de Pink Delivery ha sido positivo en un escenario que en muchos casos pareciera complejo, pero donde el venezolano cree en el emprendimiento y está ávido de servicio, “de cosas diferentes, que a veces creemos imposibles en un país como el nuestro, pero la verdad es que sí hay, sí podemos y lo estamos viendo”.
Las ganancias durante este año han sido satisfactorias para un emprendimiento tan reciente con miras a mantenerse en el tiempo. “Hemos aprendido a querer lo que hacemos y a apoyar el emprendimiento”, reflexiona Armada.
Un negocio conformado solo por mujeres es la capacidad que tienen ellas de reinventarse y de demostrar lo importante de su rol en la sociedad, en el trabajo y en la familia.
Las mujeres con el pasar del tiempo han demostrado lo mucho que pueden lograr y Pink Delivery es muestra de ello. “Tenemos mujeres exitosas, con grandes capacidades y capaces de lo inimaginable y lo hemos demostrado”.
Desde Pink Delivery agradecen a cada uno de sus aliados por su confianza, por permitir entrar a sus hogares, trasladar sus emociones y sus productos. Agradecen además a los venezolanos por creer en cada emprendedor, “porque trabajamos con cariño para brindarles lo mejor de nosotros. Hagamos país, sigamos adelante y seamos agentes de cambio para que todo mejore”.