domingo, noviembre 24, 2024
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Las cinco muertes de Dave Capella

Digo cinco para resumir, pero puedo enumerar diez. El deceso de Dave Capella interpela a Venezuela, al manejo de la enfermedad en redes sociales, al precario sistema de salud, a un país con unos medios de comunicación en terapia intensiva y al riesgo de apostar por una tierra, donde la fama lejos de salvarte, acelera tu extinción.

Necesitamos recuperar la humanidad, el aprecio por el prójimo, la confianza y la mesura. Basta de desprecio y de guerra inducida entre venezolanos.

  1. El primer entierro de Dave ocurre por la mala suerte de contraer la covid-19 en una patria olvidada por la comunidad internacional, bajo dos gobiernos igual de inútiles, cuyos dirigentes son incapaces de acordar un plan de vacunación efectivo, así como una estrategia de alivio de los síntomas, para pacientes como Dave y su familia. Sin duda, la culpa principal recae sobre el chavismo por la dimensión de su desastre humanitario. Pero el interinato no es menos responsable del fracaso que ahora nos martiriza y sepulta.
  2. Comienza el calvario de Dave Capella antes de la semana santa, llevar la cruz de hacerse cargo de su problema y el de sus papás, al recibir el impacto del coronavirus. Ni trabajar en uno de los canales de mayor rating en la historia, Venevisión, garantiza un mínimo seguro de riesgo para el presentador de Portadas, que siempre le pone buena cara a la adversidad, desde sus tiempos de músico en el Festival Nuevas Bandas, su participación en tarima con grupos extranjeros de talla mundial, su intervención en la Gala interactiva de la Belleza, el espacio líder de audiencia en nuestro contexto. Sin saberlo, Dave redujo sus chances, al empecinarse por entregar su talento a unos canales en fase de decadencia. La sonrisa de Dave, de hecho, buscaba animar artificialmente, como un respirador mecánico, a los programas zombies en los que figuraba. Reductos de envidia y de comportamientos sádicos, matonescos. Desconocía el locutor, que los vampiros de la miseria se cebarían pornográficamente en su dolor, careciendo de compasión y empatía.
  3.  Varias cuentas de Farándula lanzan piedras contra Capella, al acusarlo de estafador, por mero odio y mezquindad. Los trolles son malos y operan a las sombras. En efecto, hasta nos mandaron su “denuncia” a la redacción de Globomiami, rechazándola de inmediato por su falta de toda mesura y valor informativo. Nos costó apenas unos minutos filtrar el contenido basura, bajo el método periodístico de cruzar el dato con tres fuentes. Así confirmamos que Dave Capella luchaba por su vida, en Clínicas Caracas de San Bernardino, y que llevaba una campaña de fondos para costear sus gastos de hospitalización. La paja y las fake news se neutralizan al instante. Cero concesiones con el chisme y la manipulación.
  4.  Lamentablemente, el sensacionalismo del entorno subdesarrollado y provinciano no perdona y huye hacia delante con su fraude, con su mentira, con su posverdad populista.  De tal modo, una serie de influencers tóxicos dictan sentencia, suenan su trompeta de chacales y de verdugos de la frivolidad, se comportan como adolescentes y niños prepotentes, en el peor sentido, al descalificar el Gofundme del artista, porque a ellos les basta con sospechar y dudar, para enjuiciar y firmar una sentencia.
  5. A partir de ahí, Dave sufre por la incomprensión de sus propios colegas, que lo injurian, lo difaman, lo castigan con desplantes y poses arrogantes. Todo ello hizo mella en la estabilidad y las defensas de Capella. Las malas noticias fulminan la autoestima, producen un cuadro de depresión e impiden alcanzar la meta de la inmunidad del grupo, de la sociedad, de la familia, del país.

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Las ayudas a Dave Capella cesan y caen porque hipócritas y Judas deciden echarlo al circo de los leones, en unas condiciones de absoluta fragilidad.

La primera víctima es el papá de Dave, el señor Ulises Capella.

Pronto Dave Capella no sobrevivirá para contarla con el amor y la gracia que lo caracterizaban cuando las cámaras se encendían.

Dave contagiaba naturalmente con su imagen, que él se encargó de proyectar para brindar felicidad a un país entristecido, con una oferta mediática empobrecida, raquítica y diezmada.

Luego, los inquisidores de la comarca pedirán disculpas y excusas, a destiempo, desde sus cómodos privilegios con los argumentos de un menor de edad, de adultos que se escudan en posturas de chicos incorregibles.

Para rematar el desastre, el Estado tampoco se mide y emprende una purga, pescando en río revuelto, desviando la atención de los auténticos problemas, creando potes de humo y buscando chivos expiatorios.

Las autoridades rojas llegan tarde, como siempre, cuando el daño está hecho y es irreparable.

La dictadura pudo ayudar, vacunando a tiempo o costeando los gastos de Dave. En realidad, el único interés reside en extender la nube negra de la demagogia, a costa de un Dave Capella que es otro venezolano al que su país y su gobierno le dan la espalda, condenándolo a una muerte segura.

Temo enfermarme y morir como él, si les soy estrictamente sincero.

Temo que sea el destino de cualquiera de ustedes, de mis amigos, de mis panas. Ya es la condena de muchos en la actualidad.

Solo espero que mis colegas no me tiren debajo del autobús. Ojalá los insensibles que difamaron a Dave Capella, hayan aprendido la lección.

Dile no al ciberacoso que acarrea consecuencias mortales.

Día de luto.

Una semana santa que apenas comienza en Venezuela.

Dios nos agarre confesados.    

Sergio Monsalve. Director Editorial de Globomiami.

1 COMENTARIO

  1. No me parece que este acticulo noticiero (como indica aquí el periodista) a severe como un hecho verificado y constatado cientificamente, todo lo que voy a copiar a continuación

    5- A partir de ahí, Dave sufre por la incomprensión de sus propios colegas, que lo injurian, lo difaman, lo castigan con desplantes y poses arrogantes. Todo ello hizo mella en la estabilidad y las defensas de Capella. Las malas noticias fulminan la autoestima, producen un cuadro de depresión e impiden alcanzar la meta de la inmunidad del grupo, de la sociedad, de la familia, del país.

    Ellos cometieron un gran error, si. Aún así no son un canal de noticias y comunicación. De entretenimiento y no quiero las mismas raspuestas, que si tienen una responsabilidad, etc. También tienen razón en eso pero porque todos tenemos una responsabilidad con nuestras palablas, la medidad que tengan.

    Lo que aquí quiero enfatizar con la razón no.5 de éste artículo, es que están criticando algo en lo que están cayendo. Afirmando hechos sin tener sus pruebas veraz

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