El gobierno de Cuba criticó a Estados Unidos haberse opuesto a su programa de protección costera, aprobado por la Junta del Fondo de Verde del Clima (GCF) de la Organización de Naciones Unidas (ONU), que le permitirá acceder a mayores recursos para recuperar manglares, bosques de ciénagas y pastizales.
“La hostilidad (de EE. UU.) contra Cuba alcanza todos los ámbitos y contradice prioridades declaradas de política exterior de esa nación”, dijo el canciller Bruno Rodríguez en la red social Twitter.
Las relaciones entre Cuba y Estados Unidos pende de un hilo y cambiaría con la llegada a la Casa de Joe Biden, no obstante, poco a poco se ha desvanecido la esperanza en la medida que la isla no parece ser un tema prioritario para la nueva administración estadounidense.
Hace unos días, el Departamento de Estado manifestó que un cambio de política hacia Cuba no era una prioridad del nuevo gobierno estadounidense, aunque aclaró que iba a revisar las decisiones que tomó el expresidente Donald Trump hacia la isla.
Asimismo, el canciller detalló que Estados Unidos fue el único país en oponerse a la iniciativa cubana “Mi Costa” para fortalecer la adaptación al cambio climático en la GCF.
LEA TAMBIÉN | Biden no tiene prisa en revertir las medidas de Trump hacia Cuba
Un total de 23 de los 24 miembros de la GCF aprobaron el programa y le asignaron un fondo de 23,9 millones de dólares, durante la cita internacional del 16 al 19 marzo.
“Mi costa” debe beneficiar a 1,3 millones de personas de 24 municipios y siete asentamientos costeros, según medios locales.
Concebido para aplicar durante 30 años “Mi Costa”, que cuenta con un respaldo local de 20,3 millones de dólares, fortalecerá la adaptación de las comunidades en las zonas vulnerables de la costa sur de Cuba, mediante la rehabilitación de las costas, los paisajes marinos, los ecosistemas y la hidrología.
En concreto, el proyecto “Resilencia costera al cambio climático en Cuba, Mi Costa” prevé restaurar 11.000 hectáreas de manglares, 3.000 ha de bosques de ciénaga y 900 ha de hierbazales.
Según los científicos, esto debe mejorar la salud de más de 9.000 ha de pastos marinos y de unos 134 kilómetros de arrecifes coralinos, barreras protectoras esenciales ante la elevación del nivel del mar, un peligro vigente para muchas islas del Caribe.
La gubernamental Agencia del Medio Ambiente (AMA) será la encargada de desarrollar el programa con el apoyo del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
Según los expertos locales, de no aplicarse el programa, unas 20 comunidades costeras podrían desaparecer para fines de este siglo y casi 100 serán severamente afectadas por el cambio climático.