Brasil se encuentra en la peor fase de la pandemia por la covid-19 en medio de la gestión la caótica gestión, que se ha agravado por la coexistencia de dos ministros de Salud: uno que va de salida y otro que todavía no asumió las funciones de su cargo.

Jair Bolsonaro, presidente de Brasil, anunció el pasado lunes 15 de marzo la sustitución del general Eduardo Pazuello, quien es ministro de Salud desde mayo de 2020, por el cardiólogo Marcelo Queiroga.

Sin embargo, su nombramiento aún está a la espera de la publicación en el Diario Oficial, por lo que no se ha concretado hasta el momento. El gobierno explica esto argumentando que se trata de un “periodo de transición”.

Dos ministros de Salud y ninguna mejora

La prensa brasileña cree que Bolsonaro busca otro cargo para que Pazuello lo ocupe, con el objetivo de blindarlo de las denuncias que tiene por su mala gestión en la crisis de la pandemia, particularmente por la tragedia sanitaria provocada en Manaos en enero por la falta de oxígeno en los hospitales de esa ciudad.

El mismo Pazuello, un militar que carece de formación médica ni experiencia previa en cargos políticos, fue ministro interino por cuatro meses, antes de que se oficializara en su cargo en septiembre.

Asimismo, los medios de Brasil mencionan la necesidad de que Queiroga abandone la gestión de dos clínicas privadas antes de jurar como ministro de Salud.

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“En medio de la pandemia, tenemos dos ministros de la Salud y en realidad no tenemos ninguno”, afirmó el gobernador de Sao Paulo, Joao Doria, un crítico del presidente Bolsonaro.

La semana anterior, Pazuello y Queiroga se mostraron juntos en reuniones y ceremonias oficiales, con la participación activa de ambos.

Las primeras declaraciones del cardiólogo estuvieron marcadas por la complejidad, en momentos en que la curva de muertes por el coronavirus siguen en aumento, con un balance que esta semana supera los 300.000 muertos.