Corea del Norte anunció la ruptura de sus relaciones diplomáticas con Malasia, poniendo así fin a un vínculo que fue estrecho hasta el asesinato del hermanastro del líder norcoreano Kim Jong Un en Kuala Lumpur hace cuatro años.
El ministerio de Relaciones Exteriores norcoreano anunció haber tomado esta decisión después de que las autoridades malasias extraditaran el 17 de marzo a uno de sus nacionales a Estados Unidos. Lo calificó de “crimen imperdonable” cometido “con sumisión a las presiones estadounidenses”.
Malasia era uno de los pocos Estados aliados de este país dotado de armas nucleares hasta que las relaciones se deterioraron hace cuatro años cuando Kim Jong Nam, muy crítico con el régimen de Un, murió después de que le lanzaran a la cara un agente neurotóxico en el aeropuerto de Kuala Lumpur.
La autoría del asesinato se atribuyó al país asiático, que lo negó. Más tarde, sus relaciones mejoraron un poco y Malasia incluso decidió reabrir su embajada en Pyongyang.
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Sin embargo, el ministerio norcoreano anunció “la ruptura total de sus relaciones diplomáticas con Malasia”, en un comunicado difundido por la agencia oficial KCNA.
Mun Chol Myong, el norcoreano blanco de la extradición, llevaba a cabo “actividades legítimas de comercio exterior en Singapur”, según la agencia.
Esta ruptura se produce al día siguiente de la visita al país asiático de dos altos cargos estadounidenses de la nueva administración.
El secretario de Estado Antony Blinken y el secretario de Defensa Lloyd Austin realizan una gira por Asia para fortalecer los vínculos de Washington con sus socios tradicionales en la región frente a Corea del Norte y la creciente influencia de China.