El Banco Central de Brasil (BCB) se apresta a subir el miércoles su tasa básica por primera vez desde 2015, esperando frenar un acelerón de la inflación aunque eso debilite a una economía golpeada por la ola más letal de la pandemia, prevén los analistas.
La tasa Selic, según la estimación promedio del mercado, subirá 0,5 puntos porcentuales, a 2,5 %, después de mantenerse en su mínimo histórico de 2 % desde agosto de 2020. Y a fines de 2021 debería llegar a 4,5%, de acuerdo con la encuesta Focus realizada semanalmente por el BCB.
Es una situación inversa a la de la mayoría de los países, que prevén un repunte inflacionario cuando la economía se normalice, una vez que una proporción significativa de la población esté vacunada contra el covid-19.
En Brasil, los precios están subiendo en momentos en que la pandemia mata por primera vez más de 2.000 personas por día, con un balance total de casi 280.000 muertos. Y con una vacunación al ralentí.
El alza de precios en doce meses llegó en febrero a 5,20 %, un máximo desde enero de 2017.
Ese resultado supera el centro de la meta inflacionaria del BCB para 2021 (3,75 %) y está a punto de reventar su techo (5,25 %). La previsión del mercado, de 4,6 %, aumenta desde hace diez semanas.
La inflación en doce meses fue presionada por el aumento de la gasolina (9%) y sobre todo por la alimentación (15 %), con alzas absurdas del arroz (70 %), los frijoles (52 %) o la carne (29,5 %).
La disparada se debió a la demanda mundial de productos agrícolas, a la fuerte desvalorización del real frente al dólar y al empeoramiento del cuadro fiscal, con una economía que en 2020 se contrajo 4,1%
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Un “choque de tasas” en Brasil
Para Mauro Rochlin, profesor de Economía de la Fundación Getulio Vargas (FGV), el BCB, formalmente autónomo desde febrero, debería decidirse a aplicar “un choque de tasas”, aumentando el miércoles la Selic a 2,75 %, para yugular la inflación.
Un aumento débil de la Selic, a menos de 2,5 %, “provocaría especulaciones sobre la tolerancia del Banco Central con una inflación más alta o con presiones políticas”, advierte.
El economista jefe de la Confederación Nacional de Industrias (CNI), Renato Fonseca, cree en cambio que “no es el momento” de aumentar las tasas, dado que las medidas de confinamiento contra el covid impactarán en el consumo.
“La política de aumentar las tasas busca reducir la demanda, a fin de reducir la inflación. Pero no vemos la necesidad de ello, puesto que hay un enfriamiento de la demanda” a causa de las medidas restrictivas, dijo Fonseca a la AFP.
La previsión promedio de crecimiento del PIB en 2021 se redujo de 3,43 % hace un mes a 3,23 %. El primer trimestre podría registrar incluso una contracción, agravando la situación social del país que cerró 2020 con 13,9 millones de desempleados, 2,3 millones más que en 2019.
El ministro de Economía, Paulo Guedes, insiste en que la clave del repunte, después de la pandemia, residirá en sus programas de ajustes y privatizaciones.
“El aumento de precios al que asistimos es sectorial y transitorio”, dijo Guedes la semana pasada en una entrevista con el portal Jota.
“Brasil se convertirá en la mayor frontera de inversiones de 2021”, auguró. Un optimismo que aparenta ignorar que la perspectiva de las elecciones generales de 2022 será poco propicia para acometer reformas impopulares.
Fuente: AFP