El expresidente brasilero Luiz Inácio Lula da Silva ataco la política “imbécil” del actual mandatario Jair Bolsonaro contra la covid-19 y se presentó como una figura de conciliación en un país flagelado por la pandemia y la crisis económica.

En sus primeras declaraciones tras recuperar sus derechos políticos por una decisión judicial, el político de izquierda se abstuvo de indicar si pretendía presentarse a los comicios presidenciales de 2022, aunque dijo que se mostraba abierto a buscar alianzas con todos los sectores.

“Voy a ser muy claro: sería alguien pequeño si estuviese pensando en 2022 en este momento”, cuando el país suramericano enfrenta los momentos más duros de la pandemia que ha dejado casi 270.000 fallecidos, dijo el líder del Partido de los Trabajadores (PT).

“Cuando llegue el momento, el PT pensará si tiene que tener candidato o integrar un frente amplio. Pero ahora los líderes de los partidos tienen que discutir de la vacuna, de los salarios”, añadió.

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La devastación sanitaria de Brasil, que es el segundo país con más muertos por covid-19 tras Estados Unidos, fue el principal lucha de su intervención en el Sindicato de los Metalúrgicos de Sao Bernardo do Campo.

“Quiero hacer propaganda para que el pueblo brasileño no siga ninguna decisión imbécil del presidente de la República ni del Ministerio de Salud. Vacúnense, vacúnense porque esa es una de las cosas que pueden librarnos del covid”, dijo Lula, al mismo tiempo que espera ser vacunado la semana próxima.

Asimismo, Lula lamentó que todas “las muertes se estén naturalizando” en Brasil. “Muchas de esas muertes podrían haberse evitado, si tuviésemos un gobierno que hubiese hecho lo elemental”, declaró.

Lula con muchas posibilidades

De acuerdo a las encuestas, Lula es el político con más posibilidades de impedir la reelección del ultraderechista Bolsonaro, aunque su solo nombre enfrenta una dura resistencia en sectores de la clase media inclusive en otros partidos de izquierda o centro izquierda.

El exgobernate no dejó claro si asumiría el rol de candidato, pero si adelantó que tendrá un papel importante y que se dedicará a disipar esos recelos hacia él.

“No tengan miedo de mí. Soy radical porque quiero ir a la raíz de los problemas de este país, porque quiero ayudar a construir un mundo justo, más humano (…), donde la mujer no sea repudiada por ser mujer” y donde “quede abolido el maldito prejuicio racial”, proclamó, agregando que pretende “conversar con empresarios”.

Igualmente manifestó su lucha para que se le declare inocente de las acusaciones de corrupción por la cuales fue encarcelado en 2018 durante 18 meses.

“He sido víctima de la mayor mentira jurídica contada en 500 años de historia”, declaró.