El expresidente francés Nicolas Sarkozy decidió este martes apelar la sentencia de tres años a prisión a la que se enfrenta, apenas un día después de ser acusado y enjuiciado por casos de corrupción y tráfico de influencias.

Sarkozy, quien ocupó el cargo entre 2007 y 2012, interpuso un recurso en el Tribunal de Apelación de Francia, por lo que habrá que esperar a que el nuevo juicio se celebre y de esa manera conocer si la sentencia dictada por el Tribunal Correccional se confirma, se anula o se modifica.

La noticia de la apelación no es ninguna sorpresa, porque el pasado lunes la abogada del acusado afirmó que la sentencia la considera “extremadamente severa” y “totalmente infundada e injustificada”.

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Por si fuera poco, Sarkozy rompió el silencio este martes en una entrevista para Le Figaro afirmando que está dispuesto a llevar su caso al Tribunal Europeo de Derechos Humanos.

“Será para mi un sufrimiento tener que hacer condenar a mi propio país pero estoy dispuesto puesto que será el precio de la democracia”, señaló.

Este es el primer juicio que enfrenta el exmandatario ante la justicia francesa, pero no es el único ya que en dos semanas asistirá al juzgado nuevamente para responder las acusaciones del caso “Bygmalion”, en referencia a los gastos de su campaña presidencial del año 2012.

Además, también recibió acusaciones de haber recibido fondos del dictador libio Muamar Gadafi para su campaña del 2007.