China “erradicó oficialmente el año pasado la pobreza absoluta”, lo que es “una victoria mayor”, según el presidente Xi Jinping, que había exigido que el objetivo fijado en 2015 se lograra antes de 2021, año del centenario del Partido Comunista de China (PCC).
¿Quién es pobre?
El umbral de pobreza se define como un ingreso inferior a 2,30 dólares (1,9 euro) diarios y por persona, o sea un poco más que el límite del Banco Mundial (1,90 dólar).
Pero la definición no reposa solo en el ingreso.
En todo el país, funcionarios hicieron puerta a puerta para evaluar el estatuto social de los habitantes según diferentes criterios: el estado de salud o vivienda, la cobertura de enfermedad, la escolarización de los niños, etc.
Familias propietarias de un automóvil o de un tractor fueron sacadas de la lista de hogares pobres.
¿Qué resultados?
China afirma que sacó a 800 millones de habitantes de la miseria desde el lanzamiento de sus reformas económicas a fines de los años 1970.
La tasa de pobreza absoluta cayó de 88,3 % de la población en 1981 a 0,3 % en 2018.
Prácticamente todos los niños culminan su escolaridad obligatoria (15 años) sin tener que trabajar para ayudar a sus padres.
La tasa de mortalidad infantil se redujo drásticamente en los últimos 20 años, según la Unicef, mientras que la tasa de posesión de un automóvil aumentó a 20% de la población.
“Para la gran mayoría de los chinos, la vida mejoró considerablemente en una generación”, constata Martin Raiser, director del Banco mundial para China.
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¿Resultados fiables?
Las estadísticas chinas son cuestionadas y solo revelan un aspecto de la realidad.
Por lo tanto, centenares de miles de casos de corrupción están relacionados con la lucha contra la pobreza. Cuadros locales no dudaron en incluir a sus familiares o amigos en la categoría de “pobres” para desviar fondos.
El umbral oficial de 2,30 dólares diarios es bajo con relación al de 5,50 dólares recomendados por el Banco mundial para los países con ingreso intermedio como China.
Si se sigue ese criterio, cerca de un cuarto de la población china vive en la pobreza, según Raiser.
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¿Resultados sostenibles?
Los fondos consagrados a la lucha contra la pobreza, “aunque importantes en valor absoluto, solo representan una parte reducida de los ingresos del Estado”, subraya Terry Sicular, economista especialista de China en la Universidad Western Ontario (Canadá). Sicular menciona una cifra de 1 % del total en 2015.
Aunque el crecimiento económico fenomenal de China alimentó gran parte de la baja de la pobreza durante las últimas décadas, por el contrario su reducción obligará al poder a hacer prueba de imaginación para apoyar el nivel de vida de las personas que se encontrarán justo por debajo del umbral fatídico.
En muchas regiones, las colectividades locales, que contribuyeron ampliamente al combate contra la pobreza, cuentan ahora con recursos fiscales limitados y tienen fuerte endeudamiento, tras invertir a veces en colosales sumas en proyectos de infraestructura.
“En el futuro, reducir la vulnerabilidad económica (de los más débiles) podría implicar que se actúe más en la formación y en ayudar a la gente a dirigirse hacia empleos más productivos en las ciudades”, según Raiser.
Fuente: AFP