Con los recientes anuncios de Nicolás Maduro de la aprobación de fondos para “continuar” con la construcción de la Línea 5 del Metro de Caracas, una raya más se pintó en el tigre de la corrupción roja, esa que desde 2006, fecha en el que el fallecido presidente Hugo Chávez aprobó con 80 millones de dólares la primera gran inversión en la obra, no deja a los caraqueños disfrutar de la construcción que estaba llamada a ser la “revolución del transporte de la capital”.
Buscando a como dé lugar adeptos que sigan creyendo en las mentiras chavistas, Maduro aprobó el pasado 21 de febrero 5.961.000 euros buscando “reactivar” la obra. Sin embargo, estos no son los primeros fondos destinados a despertar la construcción que está paralizada desde hace cinco años, momento en la que se destapó uno de los más grandes casos de corrupción en la historia latinoamericana: el Caso Odebrecht, dónde, por supuesto, en la que también se vio involucrada Venezuela al recibir 98 millones de dólares en sobornos para la firma de contratos.
Haciendo una cronología de la fracasada construcción, el 3 de noviembre de 2006, el gobierno chavista concretó una serie de ambiciosos proyectos que estipulaban la ampliación del Metro de Caracas con un objetivo: construir en la fase 1 las estaciones Bello Monte, Las Mercedes, Tamanaco, Unefa, Bello Campo y Parque del Este II (que poco después pasó a denominarse como Miranda II).
Luego la fase dos que constaría de las estaciones Montecristo, Boleíta, El Marqués y Warairarepano que conectaría con el sistema de transporte Metro Caracas-Guarenas-Guatire, obra que casualmente en la misma locución donde Chávez afirmaba la aprobación de los fondos para la Línea 5, también se destinaron los primeros 2.000 millones de dólares para su construcción. Obviamente, tampoco se culminó.
“Esa es una línea que beneficia a la oligarquía” – Claudio Farías
Cualquiera que no conociera la historia pensaría que sería un hecho aislado y que el desastre terminaría ahí, pero era apenas el comienzo. Para el año 2007 llegó el primer atraso que vino de la mano del actual director del SEBIN, y en aquel entonces era presidente del Metro de Caracas y Los Teques, Gustavo González López. El funcionario anunció que el proyecto culminaría en 2012, en detrimento del 2010. Ese sería el primero de muchos retrasos que ha sufrido la abandonada obra.
Más adelante, en 2009 el otrora presidente del Metro de Caracas, Claudio Farías, actualmente Viceministro de Transporte Terrestre del Ministerio del Poder Popular para Transporte (MPPT) atacaba con la primera señal clara de que la obra “no sería para todos” como comunicaron inicialmente.
“Esa es una línea que beneficia a la oligarquía (…) Las Mercedes, hermano, la Principal de Las Mercedes va a tener dos estaciones en la propuesta cuando todo el mundo que va a Las Mercedes va en su carro a los restaurantes. ¿Se necesita que la Principal de Las Mercedes tenga dos estaciones? Ni siquiera, La Hoyada y Capitolio”, afirmó, dando a conocer que se eliminaría del plano original la estación Las Mercedes y Bello Campo, y confirmando que ya existían algunos retrasos en construcción.
Entre Diosdado Cabello, el Ministro de Obras Públicas, Haiman El Troudi y el mismo Farías se tiraban la pelota cada vez que el fallecido Chávez preguntaba por la obra. Para 2012, en una locución del programa Aló Presidente, el exmandatario sacó a la luz nuevamente el tema Metro de Caracas para aprobar 1.310 millones de dólares y anunciar que la línea 5 se extendería desde Miranda II hasta la estación Warairarepano para conectar con el Metro Guarenas-Guatire. Aseguró también que las tres primeras estaciones verían luz para 2014 y el proyecto sería culminado en 2016.
Según fuentes oficiales, para el 2011 la inversión en el subterráneo era de 795 millones mientras que la suma para el 2012, fecha en que Chávez anunció la expansión el monto ascendió a 3.992 millones de dólares.
Según esta nota de la Agencia Nacional de Noticias (AVN) que data del octubre de 2013 y tras las turbias elecciones que con polémica colocaron a Nicolás Maduro dentro de Miraflores, los rojos anunciaron la culminación de los trabajos de excavación del Metro de Caracas desde la estación de Zona Rental hasta Miranda II.
El Troudi explicó en Cadena Nacional de Radio y Televisión que el proyecto se encontraba a más del 50% de su ejecución y prometió, que la estación de Bello Monte se inauguraría en 2014; Tamanaco en 2015, y Parque Simón Bolívar, Bello Campo y Hugo Chávez en 2016. Mientras, todo el sistema, hasta la estación WarairaRepano, para el año 2018. Nada se cumplió.
Para enero de 2015, el gobierno de Maduro comunicó la aprobación de 911 millones de dólares y 280 millones de euros como inversión en infraestructura en Venezuela, monto en el que estaba incluido la Línea 5 del Metro de Caracas.
Según cifras oficiales, para 2012 la inversión en el Metro de Caracas había ascendido a 3.992 millones de dólares.
Finalmente, el 4 de noviembre del 2015, y luego de tres promesas de inauguración fallidas, Maduro concretó el inicio de operaciones con bombos y platillos de la estación Bello Monte en una transmisión en la que mencionó que “para 2016, 2017 y 2018 (esperaban) inaugurar el resto de la Línea 5”.
Con la victoria de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) en las elecciones parlamentarias del 2015 y las violentas protestas del 2017 que dejaron más de 100 muertos y miles de heridos en el país, aumentó la represión, la persecución y la censura por lo que disminuyó considerablemente la cobertura antes tales eventos de corrupción.
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En los últimos años, el régimen ha acusado a las sanciones impuestas por el Departamento de Estado de los Estados Unidos desde 2018 como la causante de la grave crisis económica, política y social que vive el país. Estas excusas solo han servido para mantener el discurso del retraso de la Línea 5 del Metro de Caracas.
De hecho, el pasado 21 de febrero, Maduro, luego de aprobar 5.961.000 euros para la reanudación de las obras del subterráneo expresó: “Esa plata no la tenemos, pero podemos ponerla todos los meses, de a poquito, para terminar la Línea 5 del Metro que fue paralizada por las sanciones de Odebrecht”.
El líder chavista excusó a las sanciones impuestas a Odebrecht como la razón de la paralización de la obra; sin embargo, esto contrasta con lo acontecido en septiembre de 2019 cuando el régimen decidió finiquitar la relación con la empresa brasileña y tomar las riendas para “culminar” el trabajo.
El caso de corrupción en la Línea 5 del Metro de Caracas es solo uno de los tantos casos del régimen chavista en más de 20 años.
El Metro de Caracas-Guarenas-Guatire, el Tercer Puente sobre el Río Orinoco o el saneamiento al Río Guaire, este último un caso manejado con una ironía que se puede tildar de sádica y cara dura por Jacqueline Faria, quien fuera Ministra del Ambiente en 2005. En una ocasión, luego de ser cuestionada en Twitter por los fondos del proyecto que en el pasado manejó expresó: “ (los reales) se invirtieron completicos sino pregunta a tu gente q se bañó sabroso!”, en referencia a los manifestantes que se lanzaban al río para intentar huir de la policía o escapar de las bombas lacrimógenas en las manifestaciones del 2017.
Oligarquía, sanciones, economía, entre muchas otras, son las excusas del régimen chavista que, a punta de maltratos y sadismo, mantiene el poder ante una población que necesita con urgencia soluciones que alivien la grave crisis por la que atraviesan.
Marlyn Montilla, Coordinadora Editorial de GloboMiami